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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Que los demonios del capitalismo no destruyan la esperanza, Camarada Presidente Maduro

24 de Dezembro de 2014, 22:08, por Rosa C. Báez Valdés

Mi hermano de tantos años, Martin Guédez, uno de mis venezolanos imprescindibles, más que dirigir su reflexión al Presidente Maduro, lo hace como un llamado de atención a los que lo rodean, por el bien de la causa y de la Patria... Reflexión que invito a leer a mis hermanos cubanos, en estos momentos de transición en que aún los viejos dogales del bloqueo nos atenazan el cuello y otros son tejidos con hilos de seda por el vecino imperial. Que no cambia ni nombre ni apellido por "reconocer sus errores" pues sólo cambia de estrategia y de táctica, no de ideología.

 

Que los demonios del capitalismo no destruyan la esperanza, Camarada Presidente Maduro

 Por  Martín Guédez

 

En medio de una enorme crisis del sistema capitalista, transitando un momento histórico signado por una brutal guerra económica y psicológica contra el pueblo la Revolución Bolivariana debe prepararse con todas sus fuerzas a resistir desde sus esencias y sólo desde esas esencias más puras  sin entregas ni transigencias que al final son restauradoras del diabólico sistema capitalista. La resistencia frente a los embates de la bestia herida sólo podrá librarse con éxito si los valores y principios más auténticos de la propuesta socialista animan y encarna en todos y cada uno de los y las patriotas. No hay otra forma, camarada Presidente, si los cimientos no son sólidos en vano se afanarán los albañiles según nos decía Jesús nuestro primer camarada.

 Nuestros cuadros, misioneros o vanguardia revolucionaria –que al fin es todo lo mismo- deben estar profundamente preparados ideológicamente y profundamente comprometidos con los valores de vida del humanismo socialista para contagiar esos valores y principios que inexorablemente se comunican desde el contacto y el ejemplo como lo hace la gripe según nos decía Albert Camus. Al tiempo que colocamos los ladrillos para la construcción del edificio de la economía socialista debemos ir trabajando sin descanso en la formación de ese hombre y mujer nuevos que encarne sin desvíos ni retrocesos el cambio a la sociedad del amor, al final serán la mujer y el hombre quienes darán rostro, corazón, músculo y huesos a ese mundo nuevo.

 Veamos: la pobreza de espíritu es la mayor revolución interior que debe operar en el corazón del hombre viejo en su tránsito hacia ese hombre nuevo. Es ese ir encontrando la felicidad en ser generosos, desprendidos, solidarios y buenos sin otra recompensa. Es la renunciación feliz a la tentación de dominio sobre las personas o las propiedades que son tan naturales en la vieja sociedad capitalista. Es encontrar en el cumplimiento del deber social el gozo de ser libre, útil y bueno. Es ser libre y señor especialmente de uno mismo, del interés propio, de la vanidad, de la soberbia, de los proyectos que no beneficien al colectivo. Es ser libre de acumular tesoros que esclavizan y que nos conducen a la traición (Mateo 6, 24 y Judas Iscariote como un doloroso ejemplo que tantas veces citaba nuestro Comandante Chávez.

 A esta transformación interior imprescindible usualmente respondemos pasándole por encima con prisa, con displicencia, postergándola para luego, para otro momento que nunca llegará porque es cosa del ya y el ahora. Craso error, camarada Maduro, postergamos la decisión porque en muchos casos seguimos teniendo el corazón lleno de egoísmo, de soberbia, de protagonismo, de vanidad, de figuración y de un insufrible narcisismo. Postergamos el combate interior entre ese hombre viejo y el nacimiento del nuevo porque los vicios continúan dominándonos en lo esencial. Acaso no lo sepamos, quizás no le demos importancia, pero de esta forma estamos fatalmente inhabilitados para abrir espacio a las condiciones espirituales y concretas que alumbrarán al socialismo. Sin saberlo, quizás, atribuyéndoles cierto grado de inocencia, terminamos siendo en esencia radicalmente contrarrevolucionarios.

 Ser socialista significa estar comprometido –felizmente comprometido, ni de mala gana ni de cualquier manera- en cuerpo y alma con un mundo igualitario y justo. Significa trabajar con humildad en la transformación –en primer lugar- del hombre egoísta y viejo que llevamos dentro. Significa tener repugnancia por las mieles y los privilegios propios de la vida burguesa no porque sean “amargos” sino porque son injustos y por eso tienen que repugnarnos. Significa irse muriendo al hombre viejo y parirse de nuevo (como el Nicodemo de quien nos habla Jesús en el Evangelio).

 Significa utilizar todos los medios a nuestro alcance para transformar la filantropía y la caridad en justicia. Significa ensanchar el corazón y abrirlo de par en par al amor profundo por lo humano, por la naturaleza… por la vida. Significa, en fin, que la indignación se haga camino hasta desterrar la miseria, la injusticia y el terror de la faz de la tierra. Significa no descansar mientras haya una sola injusticia, un obrero explotado, un campesino sin esperanza, una mujer violentada o un niño sin escuela y hacer de esa misión personalísima nuestra Gran Misión de Vida.

 No hay otra forma de experimentar el socialismo verdadero que siendo humildes y sencillos camarada Maduro. Hay que expulsar del corazón los prejuicios, los resentimientos viejos, los patrones de conducta egoístas para ir colocando corazón adentro los valores nuevos. El hombre nuevo es tarea personalísima, interna, profunda, desgarradora, dolorosa como todo parto, pero luminosa y llena de vida como todo parto también. Se nutre con lo que llega de fuera pero la esencia está en el interior del nosotros mismos. La teoría, la lectura, la experiencia viva y la ortopraxis en fin, nutren como el abono lo hace con la planta, pero el cambio siempre tiene que ser interior, tiene que ser internalizado, profundo, sustantivo y esencial.

 Ser de corazón socialista significa abandonar el apego a los criterios y patrones arraigados por años de manipulación ideológica capitalista, significa asumirse desnudo para emprender el camino sin retorno en pos del hombre nuevo. Significa sumergirse en ese mar del mundo nuevo sin equipaje, sin cálculos, dejándolo todo, comenzando por dejarse uno mismo. Significa valorar en cada acto el bien que éste causará a los demás sin calcular el aplauso, la lisonja o el bien que éste nos proporcione en lo personal porque detrás de ello estaría el peor de los envilecimientos.

 Cuanto éxito se coseche y no sea útil a los demás, a los que más necesitan, terminará siendo una insufrible pantomima camarada Presidente. Ha llegado la hora de la revisión profunda, acaso dolorosa pero necesaria, la hora de revisar lo que estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo, porqué lo estamos haciendo, para qué lo estamos haciendo y todo ello camarada Presidente sin anestesia ni sucedáneos. ¿Estamos construyendo socialismo?, ¿estamos dando al pueblo lo que es del pueblo?, ¿estamos construyendo en nosotros mismos el hombre nuevo?, ¿qué dicen nuestras acciones, nuestras palabras, nuestros gestos y nuestro modo propio de vida?, ¿Expresan el socialismo que predicamos? Ese es el desafío camarada Presidente.

 La boca habla de lo que en el corazón abunda. Si nuestras palabras, nuestros gestos y nuestra conducta son excluyentes así está nuestro corazón. Sólo quien anida en su corazón amor, paz, resolución y firmeza puede ser libre de sí mismo y contagiar libertad y socialismo. El hombre bueno y sencillo estará siempre conforme con satisfacciones simples, tendrá unas manos siempre abiertas para darlo todo y darse a sí mismo. El noble de corazón buscará siempre el bien común sin que le cueste esfuerzo, de modo tan natural como su aliento. Sólo el hombre nuevo de corazón podrá contagiar –de nuevo como la gripe- la esencia del socialismo camarada Presidente.

 

 ¡PATRIA SOCIALISTA O NADA!

 AMANDO VENCEREMOS



Cuba: Obama tomó la decisión más emblemática de su mandato y puso fin a una anomalía de otro tiempo

20 de Dezembro de 2014, 4:35, por Rosa C. Báez Valdés

Por  Salim Lamrani

 

La Habana y Washington acaban de abrir una nueva era de acercamiento con las respectivas liberaciones de Alan Gross y de tres cubanos.

 

Más de medio siglo tras la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos el 3 de enero de 1961, los dos gobiernos anunciaron el inicio de un proceso de normalización de los contactos bilaterales. La Habana y Washington respondieron de modo favorable a una petición del papa Francisco que los había exhortado a dejar de lado los diferendos de otro tiempo y a restablecer los lazos entre los pueblos estadounidense y cubano. El Vaticano y Canadá facilitaron los contactos entre las dos partes ofreciendo a las delegaciones la discreción necesaria a lo largo de un proceso de diálogo que duró cerca de 18 meses.

Intercambio de presos

Tras varios meses de negociaciones secretas, Cuba y Estados Unidos lograron un acuerdo histórico de un intercambio de presos que abre el camino a la plena normalización de las relaciones entre ambas naciones. La Habana decidió liberar a Alan Gross, agente estadounidense encarcelado desde diciembre de 2009 y condenado a 15 años de prisión por haber proporcionado una ayuda material a diferentes sectores de la oposición cubana en el marco de un programa del Departamento de Estado destinado a conseguir un “cambio de régimen” en la isla. Del mismo modo, Cuba procedió a la liberación de otro agente estadounidense llamado Rolando Sarraff Trujillo que estaba encarcelado desde hace cerca de 20 años, así como una cincuentena de detenidos[1].

Por su parte, Washington liberó a tres agentes cubanos, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, que cumplían desde 1998 penas de hasta cadena perpetua por infiltrarse en los grupúsculos del exilio cubano implicados en los atentados terroristas contra Cuba. Los detalles de este intercambio finalizaron tras una comunicación telefónica histórica de 45 minutos –el primer contacto oficial directo entre los presidentes cubano y estadounidense desde 1959– el 16 de diciembre de 2014. Mediante esos respectivos gestos, Raúl Castro y Barack Obama levantaron el principal obstáculo al establecimiento de relaciones cordiales entre ambos países.[2]

El fin de una política obsoleta y contraproducente

El 17 de diciembre de 2014, en una alocución televisiva, Obama informó a la opinión pública estadounidense y mundial de su decisión de restablecer las relaciones diplomáticas con La Habana: “Hoy, Estados Unidos cambia su relación con el pueblo de Cuba y se trata del cambio más significativo de nuestra política en más de 50 años”.[3]

El Presidente estadounidense hizo una constatación lúcida respecto a la política exterior de Washington. Al persistir en aplicar medidas –que se remontan a la Guerra Fría– anacrónicas y crueles, pues afectan a los sectores más frágiles de la población cubana, y contraproducentes -ya que el objetivo de derrocar al Gobierno cubano no se ha logrado –, Washington ha suscitado la condena unánime de la comunidad internacional. “Vamos a poner fin a un enfoque obsoleto que ha fracasado durante décadas en promover nuestros intereses. Vamos a empezar a normalizar las relaciones entre nuestros dos países”, expresó Barack Obama.

La hostilidad hacia Cuba ha aislado completamente a Estados Unidos en la escena internacional. Durante la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas en octubre de 2014, por vigesimotercero año consecutivo, 188 países votaron contra las sanciones impuestas a la población cubana. Del mismo modo, Estados Unidos es el único país del continente americano que no tiene relaciones diplomáticas y comerciales normales con Cuba. América Latina, muy sensible a la cuestión cubana, también expresó su voluntad de integrar a la isla en la próxima Cumbre de las Américas en abril de 2015 en Panamá, amenazando el encuentro con un boicot en caso de nueva exclusión de La Habana.

Obama recordó esta realidad: “Ninguna nación nos ha seguido en la imposición de esas sanciones [y] ni el pueblo estadounidense ni el pueblo cubano sacan provecho de una política rígida que está arraigada en acontecimientos que ocurrieron cuando la mayoría de nosotros no habíamos nacido todavía. […] He decidido entonces ubicar los intereses de nuestros dos pueblos en el centro de nuestra política. […] Después de todo, esos últimos cincuenta años han demostrado que el aislamiento  no ha funcionado. Es tiempo de adoptar un nuevo enfoque”.

Según la Casa Blanca, “la política estadounidense hacia Cuba ha aislado a Estados Unidos de sus socios regionales e internacionales, ha limitado [la] capacidad de influencia en el continente americano y ha impedido el uso de toda una serie de instrumentos disponibles para Estados Unidos con el fin de promover un cambio positivo en Cuba”.[4] John Kerry, secretario de Estado, compartió este punto de vista recordando que “no sólo esta política ha fracasado […], sino que también ha aislado a Estados Unidos en vez de aislar a Cuba”.[5]

Restablecimiento del diálogo y flexibilización de las sanciones económicas

Washington decidió entonces restablecer las relaciones diplomáticas que rompió de forma unilateral en 1961. Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para los Asuntos Hemisféricos, viajará a Cuba en enero de 2015 para formalizar la apertura de una embajada en la capital cubana. Ambas naciones han expresado su voluntad de colaborar en temas como la salud, inmigración, lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, así como la elaboración de una respuesta común frente a las catástrofes naturales.[6]“Estoy impaciente por ser el primer Secretario de Estado desde 60 años en realizar una visita a Cuba”, enfatizó John Kerry en un comunicado.[7]

Washington también decidió revisar su lista de los países que considera patrocinadores del terrorismo internacional, de la cual Cuba forma parte desde 1982. Obama responde así a un reclamo de la comunidad internacional y de varios congresistas estadounidenses que califican esta inclusión de arbitraria, mientras que el mundo entero alaba la mediación de La Habana en el proceso de paz de Colombia.

La Casa Blanca también decidió flexibilizar las restricciones a los viajes de los ciudadanos estadounidenses. Si las estancias turísticas ordinarias todavía se mantienen prohibidas, los viajes culturales, religiosos, académicos, científicos, deportivos, sanitarios, humanitarios y profesionales serán favorecidos y los visitantes estadounidenses podrán en adelante usar sus tarjetas de crédito en Cuba.

Por otra parte, las trasferencias de dinero por parte de los ciudadanos estadounidenses hacia Cuba pasarán de 500 dólares por trimestre a 2.000 dólares. Del mismo modo, los ciudadanos estadounidenses podrán importar bienes de Cuba por un importe de 400 dólares. A nivel comercial, la gama de productos exportables –limitados hasta hoy a las materias primas alimenticias – se ampliará a otros sectores como el material de construcción, los equipamientos agrícolas y las telecomunicaciones. Washington accede así a una petición del mundo de los negocios estadounidense que desea invertir un mercado natural que se encuentra apenas a 150 kilómetros.

Se facilitarán las transacciones financieras en dólares y las instituciones estadounidenses podrán establecer relaciones con Cuba. Las entidades estadounidenses instaladas en el exterior podrán establecer lazos comerciales con la isla y realizar transacciones en dólares. Del mismo modo, se anulará el artículo de la ley Helms-Burton de 1996 que sanciona con una prohibición la entrada en las aguas territoriales estadounidenses de seis meses a todo barco extranjero que viaje a Cuba, si el comercio realizado con la isla es de orden humanitario.

El Presidente Obama también lanzó un llamado a los legisladores estadounidenses para que adopten las medidas necesarias para el levantamiento de las sanciones económicas. En efecto, desde 1996, sólo el Congreso está habilitado para poner un término definitivo al estado de sitio impuesto a Cuba.

Reacción de La Habana y de la comunidad internacional

El Presidente cubano Raúl Castro se alegró del restablecimiento de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, recordando que Cuba siempre había afirmado su voluntad de resolver pacíficamente los diferendos. “Desde mi elección como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, he reiterado en múltiples ocasiones, nuestra disposición a sostener con el Gobierno de los Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, para tratar los más diversos temas de forma recíproca sin menoscabo a la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo”, declaró. Aprovechó la ocasión para saludar la decisión del Presidente Obama que “merece el respeto y reconocimiento”. No obstante, recordó que debían levantarse las sanciones económicas, que provocan “enormes daños humanos”. “Debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias”, concluyó.[8]

La comunidad internacional saludó este acercamiento histórico entre Cuba y Estados Unidos que pone término a más de medio siglo de relaciones conflictivas. El Vaticano expresó su gran satisfacción”. Ban Ki-Moon, secretario general de Naciones Unidas, felicitó a los dos mandatarios y declaró su disposición “a ayudar a esos dos países a desarrollar sus relaciones como buenos vecinos”.[9]

América Latina saludó de modo unánime este momento histórico. El Mercosur, mediante la presidenta de Brasil Dilma Roussef, felicitó a Washington y La Habana por esta noticia “fantástica”.[10] José Mujica, Presidente de Uruguay, expresó su emoción: “Es algo que a la escala latinoamericana es parecido pero del otro lado al muro de Berlín: cayó el bloqueo. Los bloqueos comerciales para lo único que han servido en la historia de la humanidad es para hacer pasar mal a los pueblos, pero nunca resolvieron nada”.[11] Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, rindió homenaje al “pueblo cubano y a su Gobierno por iniciar un proceso de normalización de las relaciones con Estados Unidos con absoluta dignidad y en pie de igualdad”. En cuanto a Nicolás Maduro, el presidente venezolano, enfatizó la “valentía” de Barack Obama.[12]

La Organización de Estados Americanos también expresó su satisfacción a Washington y La Habana por “por haber dado estos históricos pasos, tan necesarios como valientes, para restablecer unas relaciones diplomáticas rotas en 1961”. José Miguel Insulza, su secretario general, declaró que “las medidas anunciadas hoy abren una vía de normalización que ya no tiene vuelta atrás”. Exhortó al Congreso estadounidense a que adoptara las medidas legislativas necesarias para levantar definitivamente las sanciones económicas.[13]

 Al responder al llamado de la comunidad internacional y a la opinión pública de su propio país, Barack Obama tomó la decisión más emblemática de sus dos mandatos presidenciales y puso fin a una anomalía de otro tiempo restableciendo las relaciones con Cuba. La historia recordará al presidente Obama, no sólo por ser el primer hombre negro que accedió al cargo supremo, sino sobre todo como el que aceptó el ramo de olivo ofrecido por Cuba y que abrió el camino a la instauración de relaciones bilaterales constructivas. Es tiempo ahora para Estados Unidos de poner un término definitivo a un estado de sitio económico impuesto desde 1960, permitir que los turistas estadounidenses descubran la isla y aceptar la realidad de una Cuba diferente –con sus virtudes y defectos– pero independiente y libre para elegir su propio modelo de sociedad.

 

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula The Economic War Against Cuba. A Historical and Legal Perspective on the U.S. Blockade, New York, Monthly Review Press, 2013, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.

 

Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

 


[1] El Nuevo Herald, “Espía liberado por Cuba a cambio de tres agentes condenados trabajó para la CIA”, 18 décembre 2014.

[2]The White House, «Barack Obama’s Speech: Charting a New Course of Era», 17 de diciembre de 2014. http://www.whitehouse.gov/issues/foreign-policy/cuba (sitio consultado el 17 de diciembre de 2014)

[3]The White House, «Barack Obama’s Speech: Charting a New Course of Era», 17 de diciembre de 2014. http://www.whitehouse.gov/issues/foreign-policy/cuba (sitio consultado el 17 de diciembre de 2014)

[4]Ibid.

[5] John Kerry, “Statement by Secretary Kerry: Announcement of Cuba Policy Changes”, U.S. Department of State, 17 de diciembre de 2014. http://iipdigital.usembassy.gov/st/english/texttrans/2014/12/20141217312131.html#axzz3MC4Z8Upx (sitio consultado el 17 de diciembre de 2014)

[6]The White House, «Fact Sheet: Charting a New Course on Cuba”, 17 de diciembre de 2014. http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2014/12/17/fact-sheet-charting-new-course-cuba (sitio consultado el 17 de diciembre de 2014)

[7] John Kerry, “Statement by Secretary Kerry: Announcement of Cuba Policy Changes”, op. cit.

[8] Raúl Castro, « Alocución del Presidente cubano : Los Cinco ya están en Cuba », Cubadebate, 17 de diciembre de 2014

[9]Le Monde, « Une ‘rectification historique’ qui ne contente pas tout le monde », 17 de diciembre de 2014.

[10]Opera Mundi, « Dilma dizachar ‘fantástica’ reaproximaçao de Cuba e EUA e lembra de porto de Mariel”, Opera Mundi, 17 de diciembre de 2014.

[11]Cubadebate,

[12]Telam, 17 de diciembre de2014.

[13] Organización de Estados Americanos, « Secretario General de la OEA celebra ‘anuncio histórico’ de reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba”, 17 de diciembre de 2014. http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-557/14 (sitio consultado el 17 de diciembre de 2014).

 

Publicado en Opera Mundi

 



Yo me muero como viví. El inicio del fin de una etapa tenebrosa para Cuba

20 de Dezembro de 2014, 4:10, por Rosa C. Báez Valdés

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein*

 

Muy temprano en la mañana los medios de comunicación comenzaron a estremecerse con la noticia, se pasaba del estupor y la incredulidad a la fanfarria y la confirmación de que lo que se escuchaba era cierto: Cuba y Estados Unidos habían acordado un mecanismo de negociación para el restablecimiento pleno de sus relaciones diplomáticas.

Las reacciones no se hicieron esperar, desde la euforia comprensible, a veces excesiva de algunos, hasta el rechazo cavernario de otros, sobre todo los de Miami. A primeras horas del día varios amigos inquirieron mi opinión e invariablemente dije que antes se debía escuchar a los cubanos y al Gobierno de Estados Unidos de manera directa.

Entonces, vino la voz pausada, la lectura precisa del presidente Raúl Castro, seguramente meditada por mucho tiempo y redactada en el colectivo de dirección del partido y del Estado. La conexión con su pueblo era evidente, los periodistas de todos los medios internacionales que hacían entrevistas en las calles de La Habana nos permitían escuchar invariablemente el orden de prioridades que le daban los ciudadanos de la isla a la noticia. Primero, la felicidad por el retorno de sus héroes injustamente detenidos durante 16 años en las cárceles del imperio. Segundo, la posibilidad cierta de la reunificación de la familia cubana y en tercer lugar, la esperanza de que el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas conduzca al fin del criminal bloqueo económico y comercial que ya dura más de medio siglo.

En palabras de Raúl: “Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto. El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar. Aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en Ley, el presidente de Estados Unidos puede modificar su aplicación en uso de sus facultades ejecutivas”. Perfecta sintonía con lo que el pueblo manifestaba en las calles. Tan larga espera ha enseñado a los cubanos el valor de la mesura, la discreción, la paciencia y la cautela. No se puede bajar la guardia ante un adversario tan poderoso.

Pero, ¿qué puede decir un observador externo ante tal trascendental hecho? Las evidencias indicaban que esta decisión se iba a concretar más temprano que tarde. Apenas hace 10 días, el 7 de diciembre pasado le escribí una carta a un amigo que vive en La Habana en la que en una de sus partes le decía: “…Todo indica que al bloqueo le queda poco, pero no sé cuánto demore en restablecerse un funcionamiento pleno…”. Sin embargo, ello no obsta para que una vez superada la emotividad inicial del momento, sin dejar de manifestar la felicidad compartida con millones de cubanos al ver a los tres héroes regresando a casa, resulta tarea complicada intentar un análisis, dada la magnitud y el impacto de la multinoticia.

En el marco de las relaciones internacionales, tal vez lo primero sería decir lo obvio: la medida clausura definitivamente la guerra fría en el hemisferio occidental, 25 años después de la caída del Muro de Berlín. No había soporte ni validez jurídica en los argumentos estadounidenses para mantener una situación creada en un momento de bipolaridad rígida del sistema internacional. Valdría sí, decir que los intentos de Estados Unidos por apoderarse de Cuba se remontan hasta 1801 cuando era presidente de ese país Thomas Jefferson.

En su discurso, el presidente Obama dijo algunas cosas interesantes. Empezó reconociendo que el bloqueo y la ausencia de relaciones diplomáticas eran un “enfoque obsoleto” que “fracasó” en el intento de promover los intereses de Estados Unidos. Aunque recordó a Playa Girón, dijo que su país ha apoyado la democracia y los derechos humanos en Cuba. Debe ser por eso, que tan pronto conocerse la noticia, renunció a su cargo Rajiv Shah, administrador de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), organismo del Gobierno de Estados Unidos que tras la pantalla de la cooperación para la democracia, financia acciones de desestabilización e injerencia en el mundo, fracasando en Cuba una y otra vez.

El presidente estadounidense hizo una relación de medidas adoptadas por los gobiernos de su país durante más de medio siglo, reconociendo que ningún otro país ejecuta tal tipo de acciones y aceptando que todas ellas fracasaron, si se considera que la Revolución, bajo la conducción de Fidel y Raúl Castro, continúa en el poder. En paralelo, habría que decir que el fracaso de estas medidas no impide que el Gobierno de Estados Unidos las implemente hoy contra Irán y Rusia.

Obama reconoció el desarrollo de Cuba en materia de salud y valoró altamente la posibilidad de que estadounidenses y cubanos trabajen juntos en materias como salud, inmigración, antiterrorismo, tráfico de drogas y respuesta a catástrofes. Encomió el trabajo conjunto de ambos países en la lucha contra el ébola.

A continuación, planteó su nueva política para tratar de torpedear la Revolución Cubana a través de métodos “light” que no causen tanto rechazo en la comunidad internacional, “…podemos hacer más para apoyar al pueblo de Cuba y promover nuestros valores mediante la participación”, considerando que el “aislamiento no funcionó”.

Informó que revisará la presencia de Cuba en la lista de países que promueven el terrorismo, a todas luces una aseveración absurda y sin fundamento y enumeró las primeras medidas de liberalización económica de las relaciones, todo lo cual significan importantes, pero aún insuficientes pasos en el camino hacia el fin del bloqueo.

Con el cinismo y la soberbia típica de los presidentes estadounidenses dijo que no dudaba que seguían existiendo “…barreras continuas para la libertad de los cubanos comunes. Estados Unidos cree que ningún cubano debe enfrentar acosos, arrestos o golpizas simplemente porque ejerce un derecho universal de expresar su pensamiento, y continuaremos apoyando a la sociedad civil en ese asunto”, debe ser que no ha tenido tiempo de leer los noticieros de su país y tal vez no sepa lo que ha ocurrido en Ferguson, Cleveland o Nueva York. Como dice la jerga popular “debería arreglar la casa, antes de predicar en hogar ajeno”.

Pero bueno, a pesar de las alertas necesarias, en el marco de la comprensión de las limitaciones de un presidente estadounidense, es bueno aceptar la valentía de Obama, cavando la fosa para enterrar el cadáver de una política de agresión, violatoria del derecho internacional que no funcionó.

Muchos se preguntan: ¿Por qué el presidente de Estados Unidos toma tal decisión en este momento? Pienso que las respuestas están en el análisis de la situación geopolítica internacional, sin obviar algunos elementos de la política interna de Estados Unidos. Daremos algunas opiniones al respecto.

Las nuevas generaciones de cubano-americanos rechazan mayoritariamente el bloqueo, tal como el propio Presidente reconoció en su discurso, en ese sentido el tradicional lobby cubano de Miami se ha debilitado en términos de apoyo financiero y electoral a las campañas de los partidos políticos. Obama ha estimado que hoy puede prescindir de quienes en el pasado jugaban un papel decisivo en las elecciones de Estados Unidos como se manifestó en el colosal fraude electoral que le dio el triunfo a George Bush frente a Al Gore. Por otro lado, empresarios de todo tipo, pero, de manera particular del sector agrícola del sur de Estados Unidos, han incrementado sus vínculos con Cuba. Son estados que se caracterizan por su alta producción de alimentos y consideran a Cuba un mercado natural para una producción que está siendo desplazada sobre todo por Brasil, Argentina y otros países. Finalmente, el peso de 10 editoriales del New York Times, demostrando la obsolescencia del bloqueo, eran expresión de un poderoso sector que no representa solo a los magnates de los medios de comunicación, también a algunos de los más poderosos lobistas vinculados al sector empresarial y financiero que ningún presidente puede obviar.

En el plano internacional, la votación anual en el seno de la Asamblea General de la ONU mostraba a un Estados Unidos aislado, solo apoyado por Israel. Pero, se debe recalcar que ha sido trascendental en los últimos años el soporte unánime de una América Latina y Caribe unidos, que una y otra vez, de manera colectiva a través de los mecanismos multilaterales o de forma individual manifestaron al presidente de Estados Unidos la inconveniencia de seguir manteniendo el bloqueo.

En este contexto, influyó el incremento de la relación mutuamente ventajosa de América Latina y el Caribe con Rusia y China. Mientras los presidentes de esos países Vladímir Putin y Xi Jinping se paseaban por la región manteniendo y elevando los vínculos multilaterales y bilaterales, Obama debía dar cuenta en cada reunión del bloqueo a Cuba y las migraciones. En el último mes, le apuntó a ambos temas, avanzando en la desactivación de dos conflictos que le permitirán desplegar una alfombra suave por donde podrá caminar más seguro a la Cumbre de las Américas de Panamá en el venidero abril de 2015. Tal vez sea ésta la manera que Obama ha decidido para volver a una región que tradicionalmente ha sido su aliado seguro en el tablero global.

En los tiempos modernos, frente al desatado individualismo, el consumismo desenfrenado y las prácticas putrefactas de la democracia corrupta, una vez más, Cuba se yergue enhiesta enarbolando sus principios, valores, su dignidad y honor. Que nadie le arrebate esta victoria, que nadie se haga dueño de un combate que los cubanos han librado por décadas al precio de su sacrificio y de la sangre de algunos de su mejores hijos.

Tal vez hoy, los cubanos canten una vez más junto a Silvio: "Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo, será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio. Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui, allá Dios, que será divino. Yo me muero como viví".

 

Fuente Ciudad CCS

 

*Venezolano Licenciado y Magister en Relaciones Internacionales por la Universidad Central de Venezuela. Analista y consultor internacional. Profesor del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos "Pedro Gual" del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela.

Imagen agregada FOTO Iván Soca, Cuba



Primeras impresiones acerca de un nuevo día histórico para Cuba

19 de Dezembro de 2014, 19:21, por Rosa C. Báez Valdés

Por Lohania Aruca Alonso*

 

     Ayer, 17 de diciembre, día de la celebración de San Lázaro, que representa para los cristianos la resurrección del ser humano frente a la muerte, y para las religiones afrocubanas está dedicado a BabalúAye, el sanador de todas las enfermedades, también se convirtió en un hermoso día histórico de celebración y júbilo popular por el tan deseado regreso a la patria cubana de los tres héroes antiterroristas Ramón, Gerardo y Antonio, quienes se unieron a René y Fernando para reintegrarse a sus familias y al pueblo, que durante 16 años perseveró en la lucha por la libertad de los 5.

     A tan importante y feliz acontecimiento se sumó el anuncio simultáneo por parte de los jefes de gobierno de Cuba, Raúl Castro Ruz, y de los Estados Unidos de América, Barack Obama, del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, después de más de 50 años de interrupción de las mismas por la parte estadounidense. Esta última novedad resultó más inesperada que la primera, pues, es sabido que verdaderamente constituye un paso audaz y valiente,  dentro de la estrategia general de los EE. UU. hacia Cuba, por parte del presidente Obama, a pesar de que no se procedió al levantamiento total del bloqueo económico, comercial y financiero que pesa sobre nuestro país.

      La liberación y el regreso a Cuba de los 5 ha sido un  hecho feliz y conclusivo. Es un caso cerrado, irreversible. De gran trascendencia porque resalta la importancia de los sentimientos de alta calidad humana, como son la justicia y la solidaridad y la manera en que ellos mueven al mundo, cambian y enriquecen la vida de los pueblos y de las personas. Aquel es un testimonio del avance civilizatorio que transcurre paulatinamente, y que a veces es difícil de percibir, pues,  el salvajismo guerrerista y neocolonialista aún es un escenario que domina a la sociedad humana en la actualidad.  También la restauración de las relaciones diplomáticas entre los EE UU y Cuba se puede ubicar en el marco de, o  como una consecuencia de los grandes movimientos mundiales por la paz, la justicia y la solidaridad con Cuba. Nunca estuvimos solos, ni totalmente aislados en los últimos 55 años de lucha revolucionaria, y esto no puede ser olvidado ni disminuido.  Es un factor de índole internacional, que siempre ha influenciado positivamente el avance de la revolución cubana.

      Por otra parte, la decisión de Obama marca un cambio en la estrategia general de las relaciones con Cuba; aunque otra cosa sucede con respecto a su revolución socialista. No se puede soslayar que para la política estadounidense esos son dos conceptos con significados diferentes, que igualmente tienen tratamientos distintos. Si bien para Cuba, en general, se abre una oportunidad de diálogo con el vecino, que puede franquear numerosas puertas, particularmente en el plano de las relaciones culturales, de la actividad económica relacionada con el turismo y de otras áreas de interés común, bilateral, o multilateral a escala regional o mundial, no me hago ilusiones con un desenvolvimiento similar en otras dimensiones pendientes de la confrontación. Así también lo ha declarado Raúl en su breve discurso de ayer. 

El objetivo central hacia la revolución cubana continúa siendo hacerla trizas, derrotarla, sobre todo frente al mundo donde ocurre un cambio civilizatorio,  y,  en especial, como un medio de debilitar los transformaciones positivas con mira a los procesos de integración en América Latina y el Caribe. Restablecer relaciones con el gobierno cubano significa abrir las puertas no sólo a ciertos beneficios, sino también conlleva la ventaja (el riesgo para nosotros) de influenciar y/o respaldar más directamente a las tendencias no socialistas dentro del panorama de transición de la generación histórica, fidelista, a los jóvenes actores que acceden al poder gubernamental (entrevistos por la política estadounidense como una mala esperanza para el sostenimiento del socialismo en Cuba). El “manto sagrado” de la defensa de los derechos humanos y de la democracia, nada menos verdadero ni más hipócrita, por los constantes violadores de ambos, encubre las aspiraciones de los imperialistas.

     Se afloja un poco la soga que pretendió estrangular a la revolución cubana a cambio de tener en La Habana su embajada (el consulado ya funcionaba), de establecer una comunicación, información e influencia más directa sobre la población. En particular, los mayores “beneficios” se encaminan abiertamente hacia la ampliación y el fortalecimiento del sector no estatal (privado) de la economía. Siguen la lógica propia del sistema capitalista, y del neocolonialismo ya conocido en Cuba antes de 1959.

     ¡Bienvenidos sean los retos que nos ofrece en bandeja dorada el vecino! Solamente basta con leer detenidamente el documento dado a conocer ayer mismo por la Casa Blanca acerca del anuncio de Obama y las transformaciones que se propone hacer, o repasar atentamente los artículos del “The New York Times”. Les instamos a tal lectura y reflexión sobre la nueva etapa que se ha abierto en las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba con el fin de apreciarla con mayor exactitud y desde una perspectiva más realista.

     Ahora le toca a los cubanos y cubanas cuidar de lo que la revolución socialista y el gobierno del Poder Popular -que brota del propio pueblo-, ha realizado con inteligencia, audacia y perseverancia durante los últimos 55 años: consolidar la independencia y soberanía de Cuba, llevar a cabo programas económicos y sociales que elevaron extraordinariamente la salud, la educación y la cultura en general hasta el nivel alcanzado actualmente, reconocido esto  por los medios de comunicación masivos y el gobierno estadounidenses, amén de otros organismos e instituciones de alcance internacional.

Atraer hacia Cuba la solidaridad y el apoyo a las luchas por sus causas justas, expresadas en muchas acciones internacionalistas y desprovistas de chovinismo, egoísmo y de aspiraciones de hegemonía o enriquecimiento a costa de otros pueblos hermanos. Reitero, es por todo lo antes dicho que ¡nunca estuvimos solos, ni aislados del mundo! De lo cual aún no se percata el presidente Obama

      Ojalá “el arte de convivir como buenos vecinos”, que en su discurso apuntó con gran sagacidad Raúl,  sea el futuro emblema de las relaciones entre los EE UU y Cuba; nada más deseado y deseable. Ese sería un gran paso de avance civilizatorio. Pero, por el momento, sigamos con profunda atención, análisis,  y sin bajar la guardia, el advenimiento y la concreción de los anuncios de ayer.  Recordemos aquella sabia y corajuda sentencia demostrada extensamente en su obra por el historiador Emilio Roig de Leuchsenring: Cuba no debe su independencia a los Estados Unidos (Ediciones La Tertulia, La Habana, 1960). Tampoco ahora le debemos nada; sólo la acumulación de sacrificios, sangre, sudor y lágrimas que por más de cinco décadas nos ha costado alcanzar el primer reconocimiento oficial, por parte de los EE. UU., del valor histórico de estas relaciones bilaterales equilibradas, entre ambos gobiernos.-

La Habana,  18 de diciembre de 2014.

 

 

* Cubana. Periodista e investigadora histórica y cultural. Licenciada en Historia, con especialidad en Urbanismo. Máster en Ciencias Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba. Miembro de la UNEAC, la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción y la UPEC. Cumplió tareas como funcionaria del Servicio Exterior del MINREX en Cuba

 

 

 



Cuba: Quien te defiende te quiere más

19 de Dezembro de 2014, 1:55, por Rosa C. Báez Valdés

Por Nani Salas*

 

Si bien es cierto que para hablar de un tema específico deberíamos basarnos en mínimos fundamentos, esto se hace muchísimo más necesario si hablamos de Cuba.

 En lo personal evito llamarla "La isla", sobre todo por considerar que las palabras pueden ser trampas y en "isla" entiendo un sentimiento peyorativo; aunque muchísimos cubanos la denominan así y no soy quién para contradecirlos. Por propia decisión, entonces, la denomino País, República, Patria y, al decir de Santiago Feliú... Planeta. Por eso compuso la maravillosa canción "Planeta Cuba" donde un revolucionario con todos los atributos para hacerlo menciona en un párrafo "...Evasivos de la realidad emigrantes y anti imperialistas militantes de la dignidad solidarios y anticomunistas...."

 Todo eso y más es un cubano, imaginen, por ende, qué puede ser toda la Cuba junta. Si alguien quiere analizarla de manera lineal ya equivocó el rumbo y todo el tiempo "te saca del paso", te obliga a re-pensar lo recién dicho y cualquier cubano "te va a dar chucho".

 Cuando Fidel estaba muy mal de salud, recuerdan? Alguien me dijo "Fidel está muerto, sólo que no se lo dicen a los cubanos" y me sonreí porque cualquiera que conociera a ese Pueblo sabría qué le sucedería a quien le ocultase semejante verdad; nadie osaría ocultarle algo que involucre al Comandante porque no tendría jamás el perdón del Pueblo Cubano; un pueblo que discute en los mercados por el precio de las galletas y cuando uno le pregunta "Usted está en contra de Fidel?" Y ahí nomás va a decirle "Cómo voy a hablar mal de Fidel, si Fidel es mi padre!!" Y uno no entiende y está bien que no entienda… por eso de lo lineal y el pensamiento lógico.

 Para saber de Cuba lo primero es no ir jamás a un hotel y poder intercambiar naturalmente con los hermanos de esa Patria llamada Cuba, vivir un día con ellos, escucharlos, tratar de comprenderlos, preguntarles qué cosa ha sido el "Período especial" y cómo lo vivieron; consultar si es real que ellos consumen el doble de arroz que los vietnamitas y a qué se debe. Soy una militante de izquierda y he pensado en vivir en Cuba pero no sé si podría adaptarme, con eso les digo todo y hablo de muchas cosas… de ese camión de locos que es Cuba, también… de esa manera de viajar en guaguas, de la forma abrupta que te despiertan recién salido el sol y a puro grito con algún "Odalys tienes teléfonoooo" que podría ser escuchado desde Jaruco a Birán sin más; o saltar de la cama porque un vecino ha puesto Calle 13 al máximo que un guajiro ponga en marcha un tractor en "nuestro patio" porque allí uno no anda diciendo alegremente que es solidario… allí se es solidario a raja tabla.

 Solidarios cuando llegan los huevos al mercado y se cambian 2 o 3 huevos por una taza de arroz con leche. Chicas… hay que ser solidarias hasta con las toallitas íntimas, creo que soy clara, no? Ni hablar con el papel higiénico… En Cuba señores SE LAVAN LOS PAÑALES DESCARTABLES y no por eso "cogen lucha"!!!

 A ver, ¡¡los que temen que EE.UU. ponga una embajada en Cuba!! ¡¡Les advierto que piensan igual que los gringos!! Los gringos votarán todos por la negativa. ¿Cuál es el miedo? ¿A qué le temen? ¿Han virado la cabeza del malecón habanero hacia la derecha? ¿Lo han visto a Martí con Ismaelillo en sus brazos??

Si lo han hecho en un sofisticado micro descapotable no habrán reparado que allí está la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana. ¿Qué creían que señala en modo de denuncia? ¿La nada misma?

 A veces me irrita que subestimen al Pueblo Cubano porque pudiera suceder que hayan decidido no ser más comunistas y entregarse al consumo y por qué no, al imperialismo. Pero nadie se los podría imponer o no recuerdan el suceso de la sublevación? Unos marines estaban en La Habana y habían bebido cervezas y tuvieron deseos de orinar y no repararon (o si) que donde estaban orinando era en la estatua de Martí, del "Apóstol" como ellos lo llaman....qué creen? El Pueblo se levantó contra todo lo que les pusieran por delante.

 Cuba es un Pueblo de Patriotas, muchas izquierdas entienden el Internacionalismo de manera diferente. Cuba lo implementa ayudando a todos los Pueblos que requieran de su solidaridad pero no de la forma que podemos pensarlo nosotros. Ellos son Patriotas y muchas veces las izquierdas vemos a ese factor como "nacionalista"; por eso, reitero cuando pensamos en Cuba, pensemos desde la mirada de ellos. Claro que vamos a sorprendernos.... Aquí se habla en voz baja de la masonería, en Cuba es algo corriente. Ejemplo de la vida cotidiana: ¿Hay alguna duda que la salud en ese país es un asunto de estado? Todos van a decirme sí, pero ¿van al hueso? Un día tendía la ropa en un pueblo semi-rural de La Habana, pasaron 2 personas por el costado de la casa (porque allí, claro, no hay delimitaciones como tenemos aquí). Al verlos respondí en perfecto "argentino": "Ah bueno, sí, pasen, buen día, permiso" con bastante altanería, debo reconocerlo. Estos dos agentes sanitarios ni siquiera notaron mi ironía y fueron directo a los frasquitos y los palitos de madera para controlar el dengue y se fueron como entraron. La salud es una cuestión de estado también si una mujer estaba embarazada y su peso no aumenta, debe pasar a recoger "la vianda" y muchas cosas más pero no quiero aburrirlos.

 Si van a Cuba les sugiero no vayan a Varadero, ni vayan a un hotel. Recuerden que en Cuba está prohibida la mendicidad porque hay un estado que responde y no confundan jamás pobreza con austeridad y, reitero, si el Pueblo cubano hubiera dicho "ya basta de socialismo y entremos al consumo" es una decisión del Pueblo de Cuba y no podemos enojarnos porque así lo decidieron porque no crean por un solo momento que vivir bloqueados es algo sencillo, vivir bloqueados es tremendo y, como han dicho ellos "El bloqueo a Cuba es el genocidio más largo de la historia" pero si alguien quiere enojarse con esas cuestiones alguno de ellos les responderá "Bueno, shico, entonces hazte tú tu propia Revolución", sin estar, por eso, despreciando las caldosas que se arman en los CDR de un momento a otro, con todo lo que va a parar a la olla!!

 El pomo que se consigue en casa de la vecina, la jabita lavada y tendida en la soga y volver a la casa de noche pidiendo “botella” o “aventón”, (es lo mismo) en “Los 3 anillos”. Lamento noticiarlos que el dólar es la moneda "dura" en todo el mundo y a Cuba, por ende, nadie le cobra en Revolución; aunque ningún representante la tire por la borda. De mi parte sólo quiero subrayar que nadie subestime al Heroico Pueblo Cubano porque ni siquiera las autoridades de esa Patria se atreverían con tan bravío pueblo.

Tuve un tiempo en que idealicé a Cuba, luego comprendí que al amarla uno la toma como es, inclusive con las cosas que no puede comprender y QUE LAS HAY, pero esta es la Cuba que fui conociendo año tras año ¡¡¡Cuba siempre irá a todas partes con su dignidad que es de lo que más tiene, de lo único que le abunda a este valeroso y amado Pueblo de las Antillas Mayores!!

 Salú Cuba, el Eterno Baraguá, la Patria Honrada. Cuba.... ¡¡Quien la defiende la quiere más!!!

 

*Argentina, una de mis más grandes amigas en Facebook, de donde tomé este texto



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