Venezuela, 4 de febrero de 1992: el inicio de los cambios
4 de Fevereiro de 2015, 19:30Por Beto Almeida*
Cuando el movimiento bolivariano cívico-militar, liderado por Hugo Chávez se levanta en armas, convocando al pueblo venezolano para asumir en sus propias manos el destino del país y para hacer Patria, fue como un rayo de luz encendiendo corazones y mentes, iluminando una América Latina aun inmersa en las redes del neoliberalismo; fue allí que Venezuela comenzó a cambiar,, vigorosamente.
El movimiento no había alcanzado, por ahora, sus objetivos fundamentales, como dijera Chávez en discurso por radio y TV, anunciando la rendición temporal de aquel empeño, en un recurso táctico inteligente, para preservar vidas. Más su cara de negro e indio, su discurso largo como las planicies del país, altivo como los Andes y caudaloso como el Río Orinoco, ya había penetrado irreversiblemente en la conciencia del pueblo de la Patria de Bolívar. Cierta vez, representando a TeleSur en un evento en una Universidad de Madrid, un dirigente comunista español me confesó que después del golpe del 11 de abril de 2002, él y sus camaradas se convencieron que Chávez era, de hecho, un revolucionario. O sea, tardaron diez años en entender lo que el pueblo venezolano comprendió en un discurso de Chávez de apenas 47 segundos. "Él es uno de nosotros", me explicó una señora de edad avanzada, vecina del barrio de El Valle, que demoraba una hora para subir aquellas escaleras y callejones empinados con las bolsas de la compra, cuando le pedí que me definiese a Chávez, con una sonrisa en los labios, al tiempo que me mostraba al cuarto médico cubano que ella acogía en su casa. "Gané un nuevo hijo", me dice del cubano.
En muchas ocasiones similares, en diferentes países, donde también ocurrieron alzamientos, insurrecciones y movimientos revolucionarios conducidos por militares, también existió perplejidad y confusión en la izquierda. Juan Velazco Alvarado, general peruano líder de la Revolución Inca, que nacionalizó el petróleo, aproximó el país a Cuba y la URSS, inició la reforma agraria y que tenía en Hugo Chávez a un gran admirador, también fue muy hostilizado por la incomprensión de los comunistas de la patria de Mariátegui. También el Teniente Coronel Juan Domingo Perón llegó a ser tratado de fascista por los comunistas argentinos que llegaron al punto de hacer comicios con el Embajador Braden de los Estados Unidos, pidiendo la renuncia del líder peronista, en cuyo gobierno se nacionalizaron las comunicaciones, el petróleo y el gas, la industria naval, el sistema ferroviario, reduciendo drásticamente la miseria, eliminando prácticamente el analfabetismo, además de crear la Red Pública de TV y Radio de Argentina, con un fuerte apoyo al desarrollo del cine platense, que hoy retoma brillo fomentado por las políticas audiovisuales de Néstor y Cristina. No fue muy diferente aquí en Brasil. Prestes, en una larga entrevista publicada en el periódico Tribuna Popular, comunista, el 24 de agosto de 1954 pedía la renuncia de Getúlio Vargas. Pocas horas después, la propia dirección del PCB ordenó recoger los periódicos de los estanquillos cuando se anunció la muerte de Vargas y hubo una verdadera explosión de furia popular contra los vehículos de la oposición imperial y oligárquica, no perdonando tampoco a la imprenta comunista. Valga recordar que en 1930, Prestes rehusó la invitación hecha por Vargas para que fuera el jefe militar de la Revolución, invitación aceptada por los otros militares revolucionarios que habían luchado en la Columna y en los otros levantamientos anti oligárquicos. Prestes, décadas más tarde, terminaría su larga y digna vida como Presidente Honorario del Partido de los Trabajadores, liderado por el varguista Leonel Brizola.
Era Vargas
Antes, un levantamiento cívico-militar liderado por Vagas el 3 de octubre de 1930, había conseguido su intento, derrocando el régimen oligárquico de Washington Luis, abriendo paso a una era de grandes transformaciones en Brasil, hasta hoy atacada por los ideólogos del imperialismo y la oligarquía nativa, como Fernando Henrique Cardoso. El levantamiento conducido por Vargas tenía un contenido democratizador, transformador, modernizando el país que ve estructurado un sistema de derechos laborales y sociales con el CLT y Previsión, creando el Ministerio del Trabajo, inexistente hasta ese momento. Surge una nueva era en la educación, con el Manifiesto de los Pioneros; se convoca a una Constituyente, se sepulta el voto a pluma y tinta y las mujeres pasan a tener derecho de voto, antes aún que en la "democrática" Francia. Y, quizá con un mensaje muy actual, Vargas realizó una auditoría de la deuda externa, después de que su valor se redujo a la mitad, información que los mismos economistas progresistas no destacaban, inexplicablemente. Todos estos cambios se iniciaron con aquel levantamiento de 1930, un movimiento cívico-militar, como el del 04 de febrero de 1992.
El 26 de julio de 1953 otro levantamiento armado se lanza a tomar el Cuartel Moncada, en Cuba, con el objetivo de derrocar la dictadura de Batista. Liderado por Fidel Castro, el movimiento tenía como reivindicación política, entre otras, retomar la Constitución de 1940, una de las más avanzadas de América Latina. En sus objetivos inmediatos el levantamiento armado no alcanzó sus objetivos, pero históricamente -y legitimado por la Historia- fue mucho más allá, realizando una revolución social que extendió su generosidad a varios continentes, siendo determinante para la defensa de la soberanía de Angola, para la liberación de Namibia y para derrumbar el salvaje régimen del apartheid. [Nelson] Mandela dijo "Debemos el fin del apartheid a Cuba". ¿Qué otras personas se levantaron en armas en apoyo de la liberación de África del colonialismo y para sepultar el régimen racista surafricano? La Historia no sólo absolvió si no que legitimó el Movimiento [26 de Julio] de Fidel y a la Revolución Cubana, como un verdadero Patrimonio de toda la humanidad. ¡Por cualquier continente por donde pasa, la Revolución Cubana reparte médicos, profesores, salva vidas, alfabetiza, distribuye vacunas y ejemplos humanistas!
El 4 de febrero de 1992 es hijo del Caracazo
Cuando Chávez se lanza a derrocar el corrompido y entreguista gobierno de Carlos Andrés Pérez, responsable de la sanguinaria represión del levantamiento popular conocido el Caracazo, en 1989, tenía sobre sus hombros toda esta carga histórica. ¡Sobre todo, la herencia de Bolívar! Y la responsabilidad de mostrarlo vivo y corriendo por las calles, no en un Mausoleo donde lo quería la carcomida burguesía venezolana, inerte y apenas representante del pasado. La lectura dialéctica hecha por Chávez de las ideas de Bolívar se comunicó creativamente con la conciencia popular, dando al pueblo venezolano un horizonte histórico, un sentido revolucionario de lo que significa tener Patria. El 4 de febrero de 1992 nace de la furia popular desatada en el Caracazo. Es su superación histórica, organizada en un nivel superior, con un objetivo político definido!
Hubo expresiones de incomprensión inicial en relación con el movimiento de Chávez: algunos dirigentes de la izquierda brasilera llegaron a ver en el aquel audaz levantamiento del 4 de febrero de 1992 apenas un cuartelazo, con olor a golpismo. Una vez más, como en tantas situaciones similares, acciones revolucionarias prácticas y concretas revelan y desnudan visiones conservadoras de sectores de la propia izquierda en relación a movimientos como aquél liderado por Chávez.
Inmediatamente Chávez no alcanza el objetivo. Es apresado.
Más, se transforma en el hombre más popular de Venezuela, aún en prisión. Filas y más filas de gente del pueblo se forman frente al presidio, los días de visita, para ver a Chávez. Era el pueblo venezolano entrando en escena.
Una de las reivindicaciones de la pauta política del levantamiento del 4 de febrero fue la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Tal como ocurrió con los otros movimientos citados anteriormente, que también poseían reivindicaciones de cuño democratizador, el 4 de febrero alcanza los brazos de la Historia, y Chávez sale de prisión para ser electo Presidente de la República, jurando ante una Constitución moribunda que la transformaría, y llamando a la Constituyente, tal como ocurriera en Ecuador y Bolivia.
Día de la Dignidad Nacional de Venezuela
Hoy, 23 años después de aquel 4 de febrero, es importante que la izquierda latinoamericana, y no sólo ella, tengan en cuenta las lecciones dejadas por el accionar extraordinario de Chávez como dirigente político revolucionario de envergadura universal, a pesar de que algunos dirigentes de izquierda aún crean que sería mejor que militares como Chávez se queden en los cuarteles… ¡¡Imaginen qué desperdicio histórico si Chávez no hubiese dejado los cuarteles en su acción revolucionaria, transformadora de Venezuela!! Y, además, convirtiendo a Venezuela en la palanca protagonista, según la visión bolivariana, que impulsara la integración de América Latina y el Caribe, que ya registra pasos concretos, como la creación del ALBA, de TeleSur, de Petrosul, de PetroCaribe, del Banco del Sur, UNASUR, CELAC, de la Operación Milagro, que ya salvó, en colaboración con Cuba, a millones de ciudadanos latinoamericanos de la ceguera, gratuitamente.
Este es un balance mínimo que se debe hacer del levantamiento cívico militar del 4 de febrero de 1992, Día de la Dignidad Nacional, cuando una fuerza revolucionaria se levantó, sacó a Bolívar del Mausoleo, y lo juntó a caminar con las canciones de Alí Primera, cantor revolucionario interpretado por Chávez, transformando a Venezuela en un país sin analfabetos, sin hambre, con extraordinarios avances en la salud, en la vivienda, en la reducción de la miseria. Uno de los países con menor desigualdad social y que mejor cumple las metas del milenio de la ONU para América Latina. Un país que realizó todas esas transformaciones con un estupendo apoyo popular, venciendo 15 de 16 elecciones, referendos o plebiscitos que se han realizado durante el período de la Revolución Bolivariana.
Poderoso ejemplo para los pueblos, la audacia de Chávez y la Revolución Bolivariana, que dio su salto aquel 4 de febrero de 1992, camina por las avenidas de la Historia, al lado de otros rayos de luz transformadores, como la Revolución de los Claveles, como el Capitán Thomas Sankara, líder de la Revolución Socialista de Burkina Faso, en África, llamado por el comandante venezolano el Ché Guevara negro. En este momento en que Venezuela, por sus transformaciones, por su posición soberana e independiente, por su estímulo a la integración de América Latina, es blanco de permanentes acciones desestabilizadoras y golpistas por parte del imperio, es imprescindible que todos los países de la CELAC, entre ellos Brasil, así como las fuerzas progresistas brasileras, renueven, amplíen, profundicen y consoliden acciones concretas de solidaridad con la Revolución Bolivariana, tal como viene haciendo la Presidenta Dilma.
Original en portugués en E. D. H Cuba
Trad. RCBáez
*Carlos Alberto Almeida [Beto Almeida] Periodista brasileño, miembro del Csjo. Editorial de "Brasil de Fato" y miembro de la Junta Directiva de TeleSur, así como de la Comisión de Justicia y Paz de la Confederación Nacional de Obispos de Brasil y correspondiente de la Radio de Madres de Plaza de Mayo, en Argentina. Recibió la Medalla Félix Elmuza de la Unión de Periodistas de Cuba.
Las oportunidades de Obama desde aquel día en que no le robaron las elecciones
4 de Fevereiro de 2015, 0:58Por Wilkie Delgado Correa*
El tiempo ha pasado casi volando desde aquel día en que Obama ganó por primera vez las elecciones por la presidencia de los Estados Unidos. En un artículo publicado en aquella fecha, titulado SI hoy no se roban las elecciones Obama enterrará la era atroz de Bush, hube de analizar algunos aspectos sobre los posibles cambios pronosticables a la luz de una nueva y verdadera política, y que hoy, cuando ya cumple parte de su segundo mandato, puede servir de referencia para valorar el alcance de su reciente rendición de cuentas.
Decía en el artículo que "Las encuestas pronostican con un porcentaje estadísticamente significativo que Obama debe triunfar en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Pero a pesar de este pronóstico científicamente fundamentado y apoyado por hechos políticos, económicos y sociales que determinan la necesidad de cambios, esto podría esfumarse por la misma vía que ocurrieron las derrotas de los candidatos demócratas en el 2000 y 2004: un colosal fraude electoral (…)
Pero vamos a pensar que el sistema político de los Estados Unidos no admita tres fraudes escandalosos sucesivos, y eso permita que Obama gane estos comicios, como se pronostica esta vez, y que el Partido Demócrata obtenga la mayoría en el Congreso. Entonces Obama tendría la oportunidad de producir los cambios que puedan enterrar el entramado fundamental de la era atroz de W. Bush, pues esta plutocracia, que se vende propagandísticamente como democracia perfecta para el resto del mundo, no puede resistir tanto desprestigio como el acumulado en estos últimos años.
Así que pudiera empezarse por ahí. Enterrar la farsa de unas elecciones que por los votos manipulados en la forma más variada han perdido el encanto para los norteamericanos, y les ha provocado vergüenza y defraudación, además del descrédito ante el mundo.
En política exterior, bastaría que Obama recurriera a la historia y salvara para el presente el discurso de despedida de George Washington a la nación, al culminar su mandato como presidente. He aquí un fragmento cuya esencia ha sido traicionada por la mayoría de sus seguidores en el poder, quienes han practicado una política contraria a sus consejos sobre la buena política exterior:
Observad buena fe y justicia con todas las naciones. Cultivad la paz y la armonía con todas. La religión y la moralidad mandan esta conducta. Y, ¿sería posible que no lo ordenase igualmente la buena política?
Para la ejecución de tal plan, nada tan esencial como abstenerse de las antipatías permanentes, inveteradas contra unas naciones en particular y cultivar en lugar de ello los sentimientos amistosos para con todas. La nación que se entrega al odio de otra, en cierta medida es una esclava. Es una esclava de su animosidad y bastará una y otra cosa para desviarla de su obligación y de su propio interés. La antipatía entre una nación y otra las indispone con mayor facilidad a insultar y agravar, a valerse de ligeras causas de resentimiento, y a ser altanera e intratable cuando sobrevienen motivos accidentales o triviales de disputa
Sólo recordando esto y aplicando la política consecuente, Obama podría instalar un nuevo concepto de política exterior para los Estados Unidos, terminando así con las guerras esporádicas o infinitas llevadas a cabo y pronosticadas por Bush, acabaría con la soberbia y altanería de estar contra el mundo en las Naciones Unidas, eliminaría las ofensivas listas con las que pretende condenar a quienes disienten de sus intenciones imperiales.
Con respecto a las relaciones con Cuba, además de lo anterior, le puede servir de rumbo lo señalado por Lincoln en los días de la Guerra de Secesión: La falta de los anexionistas consistió en que el verdadero pueblo de Cuba no había pedido su ayuda.
De esta forma Obama pudiera instaurar una etapa de relaciones respetuosas, de igual a igual con el Gobierno cubano, eliminar el bloqueo contra Cuba y, ¿por qué no?, devolver a Cuba el territorio ilegalmente ocupado, con la retirada de la Base Naval de Guantánamo. Antes debiera, de un plumazo, cerrar las cárceles inhumanas e ilegítimas, según el derecho nacional e internacional, que se asientan en ese territorio.
Pero hay otros asuntos vitales para los Estados Unidos y el mundo, y es poner fin a la ocupación en Afganistán e Irak, y regresar a los soldados a casa, como ha prometido. Esperemos que no se esgriman subterfugios patrioteros para no proceder a concluir esta guerra de exterminio que desangra a los países involucrados, invadidos e invasores, y que además provoca gastos exorbitantes sólo en función de la destrucción y la muerte. Una era de paz, sin amenazas del uso de la fuerza, además de una lección de Obama, podría significar para el mundo que es posible una era pacífica.
Como la crisis económica es galopante y amenaza con ser irreversible para los Estados Unidos y el resto de los países ricos, la terminación de las guerras de conquista y el cese del financiamiento oneroso para las economías, permitiría mitigar la crisis derivando esos millonarios recursos en empresas más nobles de Norteamérica y del mundo. Esto no será tan fácil, pues tiene que apuntar a un cambio total del actual sistema financiero mundial.
En lo social, Obama debiera recordar su origen. Representa a una minoría, como otras tantas, de los Estados Unidos, que esperan un cambio hacia un tratamiento y oportunidades iguales. Y la inmensa mayoría del pueblo norteamericano aún espera que la inmensa riqueza de la nación se emplee para los fines nobles de garantizar para todos los derechos económicos, sociales y culturales, además de los políticos y civiles. Pero derechos plenos y no meros enunciados en la Constitución del país.
En fin, como hoy es todavía, y no se conocen los resultados de las elecciones en los Estados Unidos, es un puro ejercicio de la imaginación, asentada en verdades, por si vence Obama como se pronostica y hace valedero su lema de cambio".
Lo que entonces fue ejercicio de la imaginación, hoy, seis años después, es una realidad visible con su saldo positivo y negativo. El tiempo del segundo mandato se acaba y Obama ahora gobierna con un congreso mayoritariamente republicano. Tendrá que poner voluntad y apuro, y lograr coincidencias racionales y pragmáticas casi imposibles con los congresistas opositores, para aprobar y afianzar determinadas políticas de cambios prometidos y esperables que demandan legítimamente tanto EE.UU. como el mundo.
Lo anunciado por Obama ante al Congreso revela que faltan muchas cosas esenciales todavía. Y alcance o no las altas metas, aún estarán vigentes las ideas del mensaje de despedida a la nación de George Washington. Así que es una honra al prócer el anuncio del restablecimiento de las relaciones con Cuba, aunque falten muchas cosas más para el logro consecuente de las relaciones normales.
*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba