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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Pablo Gonzáles Casanova y Héctor Díaz Polanco se pronuncian por la liberación de los 3 presos cubanos en Estados Unidos

23 de Junho de 2014, 10:44, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

http://www.lanuevarepublica.org/wp-content/uploads/2014/06/5cuba1.jpg

Por Iván Martínez Ojeda*

Bajo la noche lluviosa de este lunes se llevó a cabo en la Casa Lamm el foro: Los cinco cubanos presos en Estados Unidos: Un flagrante atropello a la ley y la justicia, en el que participó el embajador de Cuba en México Dagoberto Rodríguez Barrera junto con el intelectual latinoamericano y ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Pablo González Casanova y el reconocido antropólogo Héctor Díaz Polanco.

El foro se realiza en un momento en el que el movimiento por la liberación de los cinco cubanos, presos en Estados Unidos desde el 12 de septiembre de 1998, ha cobrado una fuerza considerable a nivel internacional y a unos días de finalizadas las III Jornadas “5 días por los 5” en las que han participado parlamentarios de una decena de países así como reconocidas personalidades y organizaciones sociales de más de 30 países.

El periodista cubano Ángel Guerra, quien participó como moderador en la mesa, advirtió que seguirán hablando de los 5 cubanos y no de 3 pues “tanto René González como Fernando González, quienes terminaron de purgar injustas sentencias desde hace unos meses y se encuentran ya en la Isla, han expresado que no estarán libres hasta que sus otros compañeros regresen a Cuba”.

Se trata de una venganza contra Cuba por ser un país diferente: Embajador de Cuba

En su participación, el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez, detalló elementos del caso de los 5, un grupo de agentes cubanos que fueron enviados a Miami para infiltrarse en las células de terroristas que desde Estados Unidos han planeado y ejecutado múltiples atentados que han dejado en Cuba más de 3 mil muertos, y 2 mil lesionados.

Los datos recabados por los cinco cubanos sirvieron para detallar un informe con más de 230 documentos, 5 videocasetes y 8 cintas de audio que conformaban la evidencia de la participación de grupos terroristas en Miami, entre ellos la Fundación Nacional Cubano Americana, en atentados en Cuba.

El embajador de la Isla mencionó que toda esta información fue compartida por el gobierno cubano al entonces presidente Bill Clinton a través del escritor colombiano Gabriel García Márquez, y a pesar del supuesto compromiso expresado por el FBI para la detención de los grupos terroristas en Miami, meses después fueron aprehendidos, no los terroristas sino los cinco cubanos.

“Debemos empezar diciendo que Miami ha sido en los últimos 50 años el centro del terrorismo contra Cuba, desde ahí se han financiado y fraguado diversas acciones terroristas que han causado la muerte de más de 3 mil personas en Cuba. Los cinco cubanos no fueron a Miami para causar daños o para buscar información de seguridad nacional en Estados Unidos, fueron simplemente a conocer a los grupos terroristas y poder alertar a las autoridades cubanas”

Los juicios de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero , Fernando González y René González, detenidos desde 1998, finalizaron hasta el 2001 con sentencias que van desde los 15 años de prisión hasta dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión como es el caso de Gerardo: “Uno de los cinco cubanos tendría que morir dos veces en la cárcel y luego revivir para seguir cumpliendo su condena” refirió el embajador cubano el caso de Gerardo Hernández, quien está condenado bajo el delito de conspiración para cometer asesinato, además de los delitos por el que son culpados sus compañeros como son la conspiración para espiar, falsa documentación y ser agente externo no declarado.

 “Los cinco cubanos han enfrenado la más abominable violación a sus derechos humanos, se mantuvieron incomunicados por 17 meses, se les negó visita conyugal, además de que el juicio se efectuó en el último lugar en donde se puede esperar que se efectúe un proceso justo e imparcial” señalo el embajador cubano, haciendo alusión a una de las irregularidades más polémicas del caso, razón por la cual Amnistía Internacional se pronunciara por una defensa justa de los cinco pues fueron enjuiciados en Miami, lo que afectó seriamente la imparcialidad del jurado por los prejuicios y la alta hostilidad hacia Cuba que prevalece en esa zona. Además, señaló el embajador, durante el proceso se desató una campaña de odio contra los cinco por los medios de comunicación, “ahora sabemos que esa campaña estuvo pagada por el gobierno estadounidense”.

Otra de las grandes violaciones al debido proceso fue el hecho de que el gobierno estadounidense negó a la defensa de los cinco el acceso a los documentos en los que se basaba la evidencia de culpabilidad, argumentando que se trataba de documentación clasificada y secreta. Lo que a decir del informe de Amnistía Internacional USA: The case of the cuban five “menoscabó seriamente el equilibrio entre la acusación y la defensa”.

El embajador cubano advirtió que en los últimos 50 años, el gobierno estadounidense, quien desde 1982 ha incluido a Cuba en la lista de los países “promotores del terrorismo”, no ha hecho nada para impedir los actos de terrorismo en Cuba fraguados desde Miami y permite que los terroristas se paseen libremente por su territorio. Y finalizó diciendo que “cada día que pasan nuestros compañeros en prisión es un día más de la larga venganza imperial contra el pueblo cubano por haber elegido soberanamente su destino, es la venganza contra un pequeño país por haber dado un ejemplo de una sociedad con justicia y equidad, es una venganza a Cuba por ser diferente”.

Estados Unidos nunca ha considerado como terroristas los actos que provienen desde su propio territorio: Díaz Polanco

Por su parte el antropólogo Díaz Polanco comentó que el problema se deriva de la concepción dominante de los derechos humanos. “El caso de los cinco pone de relieve todos los aristas del gran problema que tenemos con la llamada universalización de los derechos humanos que suelen derivarse en horrores universales”.

Para Díaz Polanco, el origen del proceso judicial que con sus 7 meses fue el más largo hasta esa fecha en los Estados Unidos y que terminó con máximas penas, fue que Cuba se encuentra frente a un imperio que tiene una idea muy peculiar de lo que son derechos humanos “esa idea consiste en el criterio de que estamos ante el ejercicio de derechos humanos válido cuando se trata de actos ejecutados por aquellos que se identifican con el sistema de vida norteamericano”.

Por lo tanto, señalo “la única manera en la que Cuba se podía defender de la actividad terrorista planeada desde Estados Unidos, era el recabar información a través de personas que estuvieran dispuestas a correr el peligro por defender a su país de estos actos terroristas (…) ya que Estados Unidos no considera como terroristas los actos que provienen de su propio territorio”.

 “La visión de lo que es humano está vinculada a la propia posición política que se asume sobre el cómo debe organizarse la sociedad y la economía, ese es el fundamento del horror universal que han vivido los cinco cubanos”

Los derechos humanos, finalizó el asesor del Ejercito Zapatistas de Liberación Nacional en el proceso de negociación con el gobierno mexicano para los Acuerdos de San Andrés “se han convertido en armas de combate político. Hasta hace poco, el único país que se creía con la facultad universal de hacer un informe anual para determinar qué países violan los derechos humanos era Estados Unidos, quien cada año reparte bendiciones y castigos a países que violan o respetan los derechos humanos”

Ante todo ello, reconoció la firmeza y el patriotismo de los cinco cubanos quienes no han cedido a los intentos de cooptación y división por parte del imperio estadounidense “dicen por ahí que hay que ser como el Che, yo diría, debemos ser como los 5”.

 “El pueblo-gobierno de Cuba es un fenómeno democrático que si lo entendierais os causaría horror”: González Casanova a firmantes de la carta abierta Obama

En su turno, González Casanova dio lectura a la respuesta que redactó para los firmantes de la Carta abierta a Obama: apoya a la sociedad civil en Cuba, una misiva que ha causado polémica desde su publicación en mayo pasado en donde empresarios y figuras influyentes piden a Obama que dé un giro a su política hacia la Isla y “ayude al pueblo cubano a determinar su propios destino expandiendo las políticas de la reforma estadounidense”. Todo ello mediante la liberalización económica y la implantación del modelo capitalista en la Isla.

González Casanova advierte que lo que significaría una política como la que demandan los firmantes, entre los que se encuentran David Rockefeller, presidente honorario del Consejo de las Américas y James Stavridis excomandante del Comando Sur responsable de la política intervencionista en América Latina, sería la continuación de la lucha de clases en Cuba:

 “l a lucha de clases sigue, y confieso que la están dando muy bien en lo que les es posible, pues ahora la quieren cambiar para ganar la guerra por las buenas ya que no la ganaron por las malas. (…) En realidad (Cuba) se trata de un país al que no habéis podido vencer, a pesar de las tremendas presiones y acciones abiertas y encubiertas en su contra, y del incalificable bloqueo de más de medio siglo que le habéis infringido”.

Entre las medidas que los firmantes demandan a Obama se encuentran la posibilidad de importar y exportar bienes y servicios entre el sector privado estadounidense y empresas cubanas independientes así como permitir al sector inmobiliario y financiero invertir en la Isla. Ante ello el autor de “La democracia en México” responde:

“ La democracia de las corporaciones y complejos ya es insostenible, la organización del mundo por los complejos empresariales-militares-políticos y mediáticos, cuyo más poderoso “atractor” es la “maximización de utilidades y riquezas”, ya ha entrado a una “fase de transición” terminal, es necesario impulsar la transición a un sistema cuyo atractor [sic.] principal sea la libertad y la vida (…) en ese camino veréis que es pionero el pueblo-gobierno de Cuba”

González Casanova finalizó invitando a los firmante de la carta abierta a Obama a pedir la libertad de los cinco cubanos “ Pidan al presidente Obama la libertad de los tres héroes cuba nos encarcelados. Inicien una nueva historia de su palabra con actos como éste a que nos obligan los cambios de un mundo en que no sólo existe la lucha de clases sino la lucha por la vida, por la vida del 99% y también del 1% de la humanidad y de nuestros descendientes. Pensad que otra vez en el principio del mundo estará la palabra.”

 

Para leer la carta completa de González Casanova:

http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/90281.html

Para leer la carta abierta a Obama:

http://66.147.244.247/~diariol1/upload/files/CartaObama02.pdf

 

Recibido por correo electrónico

* Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM

Foto tomada de La Nueva República



Cuba en el corazón

22 de Junho de 2014, 22:44, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Rubén Basso

 

Quien tiene hoy 55 años en Cuba, ha nacido con la revolución y no conoce otro modo de vida ni aceptaría otro sistema que el socialista. Es difícil imaginar que pudieran los cubanos tolerar las diferencias sociales que impone el capitalismo, pues se ha incorporado en la conciencia colectiva la idea de la igualdad de oportunidades para todos y la distribución igualitaria de los recursos, así como la gratuidad de los servicios de salud' de la educación, el año de licencia para la madre que acaba de tener su hijo. La posibilidad del aborto sin restricciones legales, el mes de licencia para el trabajador cualquiera sea su antigüedad laboral y tantas otras leyes orientadas al bien social, las cuales son el fruto del pleno funcionamiento de la ANPP (asamblea nacional del poder popular). La libertad de expresión con los reclamos inherentes, se entiende desde lo orgánico, manifestado a través de las diversas organizaciones sociales, entre ellas y principalmente, las sindicales, cuando de problemas laborales se trata. El gobierno siempre está dispuesto a escuchar los reclamos y satisfacerlos en la medida de sus posibilidades.

Es difícil apreciar la realidad cubana si aplicamos nuestras costumbres o nuestros modos de apreciar la realidad desde el mundo capitalista y neoliberal en que vivimos y nos acostumbramos. Para ello hay que despojarse de todo preconcepto y conocer los valores básicos que hacen a la dignidad, la justicia, la equitativa distribución de los recursos y la igualdad que solo prevalece en una sociedad verdaderamente socialista.

En la Cuba de hoy se discuten, se consideran, se planifican modos de acción y estrategias para alcanzar objetivos, pues la práctica socialista está ya instalada en toda actividad social, profesional, económica, cultural, educativa y artística, es decir, en la vida misma.

A rasgos generales la vida del cubano transcurre sin mayores sobresaltos. Las diversas carencias que aun sufren no parecen alterar su tranquilo modo de vida. Desconocen la histeria de las grandes ciudades del capitalismo, el apuro de sus habitantes circulando entre mendigos, habitantes de la intemperie, trapitos, limpia vidrios, malabaristas y buscas diversos que circulan por las veredas y las calles de otros países, consecuencia, como sabemos, de la falta de oportunidades laborales o carencias económicas. A lo sumo, vendedores y artesanos proponen al pasar, ya que se ha permitido la práctica de una forma de cuentapropismo, servicios varios de comida, transporte o mercancías. Abundan las ofertas artesanales y asombra la variedad y calidad de expresiones pictóricas, así como esculturas en madera y otros materiales, en la mayoría de los casos fruto de una adecuada y sistemática formación profesional.

Circular sin aceptar ofertas no deseadas de algunos personajes que insisten o especulan con la buena fe del turista para sacar provechos indebidos, es la consigna a seguir en la ruta del conocimiento de la realidad cubana.

Es muy escasa la presencia policial en la gran ciudad -La Habana- y en las ciudades chicas, prácticamente nula. Se ven agentes en función de custodia en edificios públicos de importancia. No se observan en las calles cámaras de vigilancia.

Tuve la fortuna de aprovechar un buen día de sol, viento suave y un mar de verdes aguas, calmo y templado. Las extensas playas de la larga y angosta península de Varadero son de arenas finas y blancas. Nada obstaculiza el paisaje. Aquí no hay buscas que acuerden con funcionarios comunales para construir balnearios, levantar esqueletos de madera y construir carpas de temporada casi hasta la orilla del mar, achicar playas públicas y cobrar barbaridades, como en Mar del Plata u otros balnearios de nuestra costa. Todo aquí es natural y pleno de libertad.

Se puede circular sin temor y a toda hora, solo o en compañía, sin temores de asaltos, golpes, y agresiones. Habrá hechos delictivos por caso aun en escasa proporción, porque la condición humana es a veces compleja e impredecible, pero delitos y accidentes quedan en la órbita de lo policial y la justicia, sin que trasciendan la órbita de lo privado. El morbo repetitivo y la distorsión de las noticias no tienen lugar en ningún medio de prensa. Noticias locales, amplia información internacional, reportajes culturales diversos, expresiones artísticas musicales, comentarios deportivos, tratamiento de problemas y reclamos sociales conforman la grilla diaria de los medios radiales y televisivos.

Aunque pueda haber quizás en muy pequeña proporción, que desconozco, se puede asegurar que aquí la droga no tiene cabida. En ningún momento en el diario trajinar ciudadano he observado víctimas de ninguna adicción.

Conmueve observar a niños y jóvenes estudiantes concurrir a sus estudios con sus uniformes y calzados impecables.

El cubano es atento, desprejuiciado, generalmente culto. Se presta al diálogo y contesta con cortesía. Se sorprende cuando algún turista desubicado procede de forma descortés.

El bolero, el son, la guajira, el danzón, el changüí, la habanera y otros ritmos campean en diversos lugares, porque el cubano en general es alegre y gusta de la música y la danza. Lo hemos apreciado en bares, restaurantes y lugares diversos. La “Casa de La trova” que el gobierno pone a disposición para que sus músicos se luzcan -¡y cómo!- tanto en Santiago como en La Habana y otras ciudades ante el público local y el turista, por muy poco dinero, funciona desde la mañana hasta la madrugada y de pronto, mezclado con los nativos vemos al extranjero moviéndose al vaivén de la música y el ritmo.

La formación artística, sea en lo musical, en lo pictórico, en lo literario, la expresión teatral y otras manifestaciones culturales como la artesanía, han generado profesionales creativos cuyos productos asombran.

El deporte tiene muy buenos cultores en las diferentes disciplinas y la pasión por el futbol ha crecido hasta ponerse casi a la par del base ball, el deporte tradicional y masivo. En diversos lugares se ven niños y jóvenes correr tras de una pelota, algunos demuestran una gran habilidad.

No se observan, al pasar del visitante, rasgo ninguno de discriminación entre ellos por características raciales.

Todos los habitantes sin excepción tienen su tarjeta de racionamiento que asegura una alimentación esencial, aunque al decir de algunos no es suficiente para el sostenimiento mensual. Los alimentos básicos de la tarjeta se abonan en pesos cubanos y resultan muy baratos.

Los sueldos son bajos sin contar las gratuidades ya mencionadas y por todos conocidas. Aunque el crecimiento demográfico impone constantes necesidades de viviendas, abundan en todas las ciudades, aun las campesinas, monobloques de varios pisos, suficientemente confortables. En La Habana se observan deficiencias estructurales en algunos edificios antiguos prerrevolucionarios, habitados, pese a su deterioro a causa de las inclemencias del tiempo y las dificultades económicas para su mantenimiento. El gobierno destina recursos para su reparación, pero la restauración es lenta.

La economía cubana está orientada fundamentalmente a asegurar la salud, la sana y suficiente alimentación, la educación y la vivienda para todos los habitantes.

Hay sin duda dificultades, el bloqueo norteamericano ha afectado en muchos miles de millones de dólares la economía cubana. Pero a pesar de ello, el gobierno y su pueblo han resistido con dignidad y a su vez contribuido con miles de profesionales de la salud y la educación, en una verdadera práctica de internacionalismo solidario, a la mejora de la calidad de vida de habitantes de varios pueblos, especialmente latinoamericanos.

Esperanzas ciertas de que las cosas mejoren poco a poco, ahora mismo se observa. Las dificultades –no lo olvidemos- son el precio de la dignidad de un pueblo no sometido a ningún imperialismo ni a ninguna corporación extranjera, dignidad que pueblo y gobierno defienden a rajatabla.

El intercambio económico con China y otros países se suma sin duda a un proceso de industrialización que continúe agregando valor a la producción y favorezca el aprovechamiento de la abundante mano de obra calificada.

Ciertamente, algunos profesionales dejan el ejercicio de su profesión para volcarse a otras actividades algo más lucrativas, circunstancias conocidas en otros países entre ellos el nuestro. El descontento que se observa en algunos jóvenes que sin renegar de la situación política aspiran a un horizonte de mayor expansión, se superpone a su acostumbramiento a tener -desde el estado- resueltos los problemas básicos del vivir. Los mayores que han conocido directamente o por el relato de sus padres las ignominias de los gobiernos anteriores a la revolución, critican estas actitudes. Sería interesante a este respecto el recuerdo permanente de los versos de Nicolás Guillén cuando manifiesta:

TENGO

Cuando me veo y toco yo, Juan sin Nada no más ayer, y hoy Juan con Todo, y hoy con todo, vuelvo los ojos, miro, me veo y toco y me pregunto cómo ha podido ser.

Tengo, vamos a ver, tengo el gusto de andar por mi país, dueño de cuanto hay en él, mirando bien de cerca lo que antes no tuve ni podía tener.

Zafra puedo decir, monte puedo decir, ciudad puedo decir, ejército decir, ya míos para siempre y tuyos, nuestros, y un ancho resplandor de rayo, estrella, flor.

Tengo, vamos a ver, tengo el gusto de ir yo, campesino, obrero, gente simple, tengo el gusto de ir ¡es un ejemplo¿ a un banco y hablar con el administrador, no en inglés, no en señor, sino decirle compañero como se dice en español.

Tengo, vamos a ver, que siendo un negro nadie me puede detener a la puerta de un dancing o de un bar. O bien en la carpeta de un hotel gritarme que no hay pieza, una mínima pieza y no una pieza colosal, una pequeña pieza donde yo pueda descansar.

Tengo, vamos a ver, que no hay guardia rural que me agarre y me encierre en un cuartel, ni me arranque y me arroje de mi tierra al medio del camino real.

Tengo que como tengo la tierra tengo el mar, no country, no jailáif, no tennis y no yatch, sino de playa en playa y ola en ola, gigante azul abierto democrático: en fin, el mar.

Tengo, vamos a ver, que ya aprendí a leer, a contar, tengo que ya aprendí a escribir y a pensar y a reír.

Tengo que ya tengo donde trabajar y ganar lo que me tengo que comer.

Tengo, vamos a ver, tengo lo que tenía que tener.

 

Dejé Cuba el pasado 30 de mayo, con la alegría de haber vivido una realidad llena de proyectos y esperanzas.

 

Publicado en RebeliónSúmate a Cristina

Imagen agregada, archivo web

*Argentino, publica regularmente en varias páginas y redes sociales



Del discurso político, las manipulaciones y las complacencias

22 de Junho de 2014, 17:38, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

En los últimos meses he estado recibiendo en mi buzón electrónico los trabajos de un periodista, y debido a los problemas con mi computadora, no fue hastga hoy que leí el último enviado. Busqué en la web detalles sobre él, y encuentro que se presenta en su página como "defensor del mercado libre, del estado mínimo y de la defensa irrestricta de los derechos individuales. Cree férreamente en la trilogía que privilegia la vida, la libertad y la propiedad privada"

La lectura a priori de su trabajos me hizo encontrar en él aspectos con los que coincidía, pero como dijo el propio periodista en su página, "Hace tiempo que los manipuladores del discurso político se vienen ocupando de tergiversar el significado de las palabras. No es casualidad. Lo hacen con una intencionalidad inocultable" y no pasó tiempo sin que lo descubriera admirador de Carlos Alberto Montaner (¡nada menos!) y crítico pertinaz  de la Venezuela Bolivariana, a la que acusa de que en ella " las libertades se diluyen una a una, hasta desvanecerse, como parte del atropello a los derechos de forma siempre gradual, sistemática y progresiva".  

Creo que Medina Méndez, a quien comencé a seguir en las redes sociales, no le va a parecer en más La Polilla Cubana como digna receptora de sus trabajos… Lástima que su discurso inteligente "privilegie" la propiedad privada como base de un triángulo en el que incluye la vida y la libertad.

Les comparto el trabajo que llamó mi atención:

 

Desmesurada complacencia

 La sociedad se enfada a menudo con la política. La corrupción crónica, la impericia serial, las permanentes contradicciones discursivas, la ausencia de ideas para gobernar, las internas despiadadas, los reiterados exabruptos, la abundancia de privilegios y el despilfarro de los dineros públicos, son solo parte de una larga nómina de detestables cualidades que molestan, con sobrados méritos, a buena parte de la ciudadanía.

Eso no podría darse sin la complicidad de una comunidad que se enoja, pero no lo suficiente, que se incomoda pero no reacciona jamás. La bronca dura poco, para luego naturalizar lo inadmisible y aceptarlo todo como parte de una realidad que duele pero se soporta.

En algunas democracias más maduras, simples actitudes individuales incorrectas de los líderes políticos o meras declaraciones inapropiadas, dejan fuera de la carrera política a cualquiera que pretenda postularse a un cargo. En esas sociedades los niveles de exigencia son muy elevados.

Hay que hacerse cargo de que no todo lo que acontece es exclusiva responsabilidad de la política. Si la sociedad tolera la corrupción, con liviandad, no puede esperar que esta se extinga por arte de magia. Cuando los mecanismos más básicos no funcionan mínimamente, no es razonable creer que algo cambiará. Eso ya no es culpa de la política, sino de la patética conducta cívica de absoluta pasividad frente a cada despropósito.

Es importante asumir el presente, no solo para recriminarse la acción u omisión, sino para intentar modificar el futuro actuando en consecuencia. Una sociedad que no despierta, que prefiere la apatía, que se queja sin eficacia y no utiliza las herramientas que tiene a mano, es cómplice y no un mero observador externo.


Los ciudadanos son participes necesarios de mucho de lo que acaece. Los políticos de hoy no identifican estímulos suficientes para obrar correctamente. Cuando desvían fondos del Estado para hacer proselitismo o para su propio patrimonio personal, lo hacen no solo por su inmoralidad manifiesta, sino también porque no existe sanción efectiva por cometer esos delitos. No solo no responden ante la justicia por sus faltas, sino que tampoco pagan costos electorales, ya que muchos de ellos permanecen en el centro de la escena por décadas siendo nuevamente apoyados por ciudadanos que conociendo sus atributos e historias, los vuelven a votar.

Es posible que esta realidad tenga que ver con la carencia de opciones. La ciudadanía cree que todos son iguales y se siente empujada a elegir entre dirigentes corruptos e ineptos. Todos los sistemas que restringen la competencia promueven esta escasez de alternativas y eso impacta sobre la cantidad y calidad de la oferta política, debilitando el porvenir.

Para disponer de mayores alternativas resulta imprescindible que las barreras de acceso sean las mínimas. Sin embargo, la legislación vigente consagra con categórica convicción el monopolio de los partidos políticos.

Esto no es casual. La corporación política ha cerrado las puertas de modo intencional. No quieren contendientes en su camino. Desean forzar a los ciudadanos a seleccionar entre los que ya están en el juego, a los que diseñaron estas reglas a su medida, justamente para que el estándar de exigencia sea diminuto y puedan alcanzar sus propios objetivos personales.

Las leyes imperantes establecen múltiples restricciones para crear un nuevo partido político, bajo la perversa visión de que es mejor para la democracia tener pocos y fuertes, que muchos y débiles. Las normas complican además la chance de mantener activo un partido, dejándolos al borde de la precariedad formal, con la indisimulable intención de eliminar alternativas viables para los votantes.

El financiamiento de la política es un capítulo que se agrega, ya que más allá de lo dice la legislación, a la hora del ejercicio cotidiano, la evidencia demuestra que, el que controla la "caja" estatal, la usará sin disimulo, para hacer política con absoluto descaro e impunidad y sin rendir cuentas.

La inexistente transparencia en el funcionamiento del sistema, favorece a los más inescrupulosos e invita insolentemente a ser parte de la cofradía para así acceder a los espacios de poder. Un ciudadano cualquiera, por capaz, honesto, e inteligente que sea, no puede postularse como candidato a un puesto público si no pertenece a un partido político o, al menos obtiene previamente una convocatoria y aval de una agrupación para hacerlo.

Es paradójico que estas formalidades se cumplan con tanta rigurosidad, mientras no funciona del mismo modo cuando un funcionario se apropia del dinero de los contribuyentes apelando a indisimulables prácticas.

Lo que sucede en el presente tiene muchas explicaciones. Pero también queda claro que, gran parte de lo que ocurre se produce porque una ciudadanía bastante hipócrita lo respalda con una desmesurada complacencia.

 

Recibido por correo electrónico
@amedinamendez



Estados Unidos mantuvo a Cuba en su arbitraria lista de trata de personas

21 de Junho de 2014, 17:48, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Si la estatua de la Libertad cobrara vida, estoy segura que se horrorizaría del doble rasero de su gobierno: de sus espurias y ridículas listas, de sus contradicciones, de su estupidez...

Estados Unidos mantuvo a Cuba en su arbitraria lista de trata de personas

El gobierno de Estados Unidos volvió a incluir, arbitrariamente, a Cuba en la peor de las categorías (nivel 3) del informe del Depar­mento de Estado sobre la trata de personas, presentado este viernes

 

WASHINGTON.— El gobierno de Estados Unidos volvió a incluir, arbitrariamente, a Cuba en la peor de las categorías (nivel 3) del informe del Depar­mento de Estado sobre la trata de personas, presentado este viernes.

Dicho reporte, manipulador y unilateral, ubica a los países en uno de tres niveles en función de la magnitud de los esfuerzos de sus gobiernos para cumplir con las “normas mínimas para la eliminación de la trata”.

El primero —donde se incluye Estados Unidos— está reservado para los que cumplen con las normas, el segundo para aquellos donde hay trata pero los gobiernos intentan combatirla, y el tercero pa­ra los países donde los gobiernos “no hacen esfuerzos significativos”.

Este tipo de ejercicio, mediante el cual Washington se arroga el derecho ilegítimo a evaluar la conducta de otros, tiene motivaciones políticas. Pero además, tiene consecuencias directas.

El nivel 3 lleva consigo la posibilidad de sanciones, como la congelación de la ayuda no humanitaria y no comercial o la negativa de Estados Unidos a que reciban préstamos de instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, todo lo cual engrosa la larga lista de regulaciones derivadas del bloqueo.

Para justificar la calificación de Cuba, el reporte, referido al año 2013, utiliza argumentos contradictorios y poco creíbles.

Por una parte, asegura que el gobierno cubano “no cumple plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata y no está haciendo esfuerzos significativos para lograrlo”.

Sin embargo, luego expone las medidas que se toman en nuestro país para combatir el fenómeno.

En octubre del año pasado, Cuba publicó su Informe sobre el enfrentamiento jurídico-penal a la trata de personas y otras formas de abuso sexual en el 2012.

El documento del Departamento de Estado se refirió extensamente a los datos presentados en ese informe cubano.

“En un paso positivo hacia una mayor transparencia, en el 2013, el gobierno presentó los datos oficiales sobre las investigaciones y los enjuiciamientos de delitos de tráfico de sexo y condenas de los delincuentes de tráfico sexual”, refiere.

“El gobierno cubano lanzó una campaña en los medios para educar al público acerca de la trata”, añade. “Durante el año, los medios estatales produjeron artículos de prensa y programas de radio y televisión para crear conciencia pública sobre la trata”.

Por otra parte, el texto menciona el conjunto de leyes cubanas con las que se combate ese fenómeno, y los “esfuerzos para proteger a las víctimas”.
Asimismo, describe la labor de las 173 Casas de Atención a la Mujer y la Familia, y de los centros cuyo objetivo es prevenir la victimización secundaria de los menores so­metidos a delitos sexuales (Centros de Protección a Niñas, Niños y Ado­lescentes).

De acuerdo con la evaluación, 23 países se ubican en el nivel 3, incluidos Argelia, Irán, Corea del Norte, Libia, Rusia, Siria y Venezuela.

Redacción Internacional, Periódico Granma



¿Y qué pasa con los pobres de Cuba?

20 de Junho de 2014, 13:58, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Sin ánimo de polemizar ni de desmentir lo que acá expresa Juan Manuel (con mucho, a mi modesto entender, de los que mejor retratan nuestra realidad) quería puntualizar algunas ideas que me surgen con la lectura de este texto... ¿Existen diferencias entre los distintos sitios habitacionales de mi Patria? Evidentemente sí, cuando conozco casos en las zonas en las que he vivido los últimos 25 años o más, en que los casos sociales son tratados a través de la trabajadora social del Policlínico Gregorio Ortiz, ubicándolos en asilos de ancianos, o son atendidas en comedores al efecto, personas que no mantienen vinculo laboral por enfermedad u otras causas. Donde vecinos sin dicho vínculo recibieron su ATEC-Panda a pagar en modestísimas cuotas, donde otros en igual condición fueron beneficiados por los módulos de cocina, o cambiaron sus ventiladores y refrigeradores...

¿De qué iría la historia, entonces? De garantizar que dichos servicios, instituidos por nuestro gobierno, sean ofrecidos a todos los que lo necesitan, por supuesto. Pero también de que aquellos que forman parte de esa masa poblacional en desventaja, sea receptiva de este esfuerzo: y me refiero a aquellos que -pudiendo hacerlo- no han cumplido sus compromisos de pago, a aquellos que re-vendieron esos artículos sin siquiera concluir sus pagos, a aquellos que rechazan ayuda médica y continúan sumidos en el vicio del alcohol... Si como bien dice Juan Manuel " la maravillosa herejía" les dio las oportunidades, veamos por qué no las aprovecharon y no permitamos la repetición de tan nefastos hechos.

Con todos y para el bien de todos, dijo el Maestro. Y ese todos también nos engloba. NO cerremos los ojos ni miremos, cómplices, hacia otro lado. Y no permitamos, efectivamente, que estos temas se los robe el enemigo. Porque somos nosotros los que hemos de resolverlos.

¿Y qué pasa con los pobres de Cuba?

Por  Juan Manuel Alvarez Tur (@Alvarez_Tur)

Tenemos una masa importante de cubanos y cubanas viviendo en condiciones de pobreza. No se publicitan los estudios académicos al respecto, pero de manera empírica lo puedo afirmar, porque he visto el fenómeno. Pobreza de todo tipo. Esto es: gente que no tiene capacidad pecuniaria para mejorar las condiciones de su vivienda, comer y vestirse de manera básica, ni posibilidades reales tampoco para acceder a la cultura.

A veces encontramos personas con estas características agrupadas en una misma ubicación geográfica, y otras tantas, con cierta tonalidad oscura en su piel como denominador común.

Cuando la pobreza toma color. Foto: Lilian Cid (Cubaxdentro)

¿Una manifestación de vulnerabilidad social? Foto: Lilian Cid (Cubaxdentro)

¿Cuándo tendremos datos oficiales sobre el tema? ¿Cuándo estará en las agendas de las reuniones del Consejo de Ministros y las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular? ¿La zona de desarrollo del Mariel y el ingreso por los servicios profesionales en el exterior permitirán diseñar acciones afirmativas para esas personas y zonas económicamente más vulnerables? ¿Y qué pasa con aquellos que mueren hoy, ahora, bajo esas condiciones de vida? ¿Qué significa “no quedar desamparado”? Si nos atenemos a que los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución marcan de algún modo esa agenda de problemas fundamentales a resolver, hay que tener en cuenta entonces que ella se preocupa más por las aperturas económicas que por fijar acciones concretas e integrales para desterrar la inopia de los más retrasados en la reproducción de la vida material. Ahora se discute mucho sobre los salarios, el fin de la dualidad monetaria, si las aprobaciones de nuevas cooperativas y licencias para particulares avanzan muy lento, o si los automóviles, el acceso a Internet y las líneas móviles se tasan en precios excesivamente altos.

Los pobres pueden, por ejemplo, abrazar un proyecto de trabajo por cuenta propia, ¿pero pueden entrar con éxito todos a ese mercado laboral? Esas posibilidades están jerarquizadas. No es lo mismo un cartel anunciando “pan con croqueta” escrito a lápiz que uno digital, bien rimbombante y moderno, promocionando “pizzas”. Estamos entrando de lleno en el mundo de la competencia, que es desleal y abrumadoramente discriminatorio. Esta realidad, subliminal, viene escondida dentro de la noción de “sentido común”, que como decía recientemente en la Universidad de las Ciencias Informáticas, el intelectual cubano Fernando Martínez Heredia, no ha dejado de ser burgués. Imagino que alguno dirá que el pobre tendrá otro igual o más pobre que él para que le compre su pan con croqueta. ¿Así vamos a construir socialismo en Cuba?

La explotación entre las personas vuelve a enseñorearse, ahora en un campo quizás más fértil, porque va resultando extemporáneo recordar a un hombre que ayudó mucho a entender de qué iba el asunto, como Carlos Marx.

Recientemente la prensa digital cubana se hacía eco de una nota de The New York Times que alababa las reformas económicas cubanas. Yo creo que debemos preocuparnos cuando desde el Norte celebran lo que hacemos. Me parece que lo medido en verdad por ellos es cuánto capitalismo le estamos inyectando a la vida cubana. Nos están evaluando con su vara y nos estamos tragando el “elogio”.

Existen prácticas para subsidiar servicios y productos a ciudadanos que viven en contacto directo y permanente con la carencia de ciertas oportunidades de índole material, pero ni es suficiente ni llega a todos. Cuba ha sido y es un ejemplo para muchos en el mundo porque fue más allá de lo que parecía posible, como plantea Martínez Heredia. Él también afirma que se debe tener conciencia de lo que está mal, y yo digo también que hacerla pública, sobre todo desde la dirección del país, para palpar  la implicación de éste con los problemas fundamentales, y tener definida una línea base, que estará supeditada al influjo de nuestras dificultades propias y el bloqueo estadounidense fundamentalmente.

Tenemos guetos donde las personas viven sumidas en el alcohol y tienen que hacer lo indecible para sobrevivir. Tampoco me llamo a cuento. A mi juicio la mayoría de la población, por la izquierda o por la derecha, se las arregla. Yo me refiero a esos que llamamos “casos sociales críticos”. Eso da para otra pregunta, ¿qué metodología determina un caso social crítico? Hay indigentes, individuos que piden limosnas y otros que no bucean precisamente en abisales y limpias aguas. Eso es incompatible con el socialismo, y no hay que esperar a que los ricos produzcan muchas riquezas, para que entonces tributen más y después, y solo después, sea posible rescatar a mucha gente del área subterránea en que se encuentran. ¿Y las voluntades? ¿Y la capacidad para convocarlas? ¿La perdimos totalmente? ¿Y la presión de los ciudadanos para resolver esas realidades?

Es una gran deficiencia decir que los que van ahora arrastrándose por la vida “se lo merecen”, “que no estudiaron”, o como escucho decir sobre los que piden limosnas, que “son descarados” que “hacen mucho dinero así”. Tiene que haber penetrado una cantidad notable de miseria moral y material en una persona para que asuma ese modus vivendi. Y si bien es cierto que por la vida le pasaron oportunidades dentro de la maravillosa herejía que ha significado hasta hoy la Revolución Cubana, también lo es que fue una incapacidad de todas las estructuras de nuestra sociedad el que no las aprovechara.

Para seguir siendo una Revolución lo que triunfó en Cuba en 1959, no puede desistir en el empeño de hacer realidad, de verdad, aquello de que ella es de los, por los, y para los humildes, que no saben qué es Internet, que no tienen cuentas en CUC como para preocuparse por el Día Cero, ni piensan en un carro y tampoco les interesa cuándo viene la televisión digital porque ni televisor tienen. Quisiera que nos ocupáramos más por eso, hasta donde podamos, aunque sólo sea para poner en claro como mínimo cuál es el umbral de la pobreza.

No podemos regalar el tema a los enemigos del proceso revolucionario. Al mismo tiempo la sociedad civil debe utilizar todos los mecanismos existentes, y crear otros nuevos para reducir progresivamente ese lastre social tan injusto. No podemos continuar indiferentes. Hagámosle caso a uno de los hombres más grandes que ha dado este país, el General Antonio Maceo, cuando decía: “El que baja para subir al caído, enaltece su nombre colocándose por encima de todos”.

 

Publicado en su Blog CubaxDentro



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