50 verdades sobre Eduardo Chibás
16 de Agosto de 2013, 19:59 - sem comentários aindaPor Salim Lamrani, para Radio Miami
Detrás de Chibás, con corbata, Fidel Castro |
Principal figura política de la Cuba prerrevolucionaria, Eduardo Chibás, guía y fuente de inspiración de la juventud cubana de la época, fundador del Partido del Pueblo Cubano en el cual militó Fidel Castro, merece ocupar el puesto que le corresponde en la Historia:
1. Nacido el 15 de agosto de 1907 en Santiago de Cuba en el seno de una familia acomodada, Eduardo René Chibás y Rivas es el fundador del Partido del Pueblo Cubano o Partido Ortodoxo.
2. En su juventud, frecuenta el Colegio de los Jesuitas en Santiago de Cuba así como el Colegio de Belén, como lo haría Fidel Castro unos años después.
3. Con 17 años entra en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
4. En sus años universitarios, contribuye a las luchas contra la dictadura de Gerardo Machado (1925-1933) y se manifiesta el 17 de diciembre de 1925 para exigir la libertad de Julio Antonio Mella, fundador del Partido comunista de Cuba. Participa de modo solidario en su huelga de hambre.
5. En 1927, entonces miembro del Directorio Estudiantil Universitario (DEU), se opone a la prórroga de poderes del General Machado y es expulsado de la Universidad de La Habana.
6. Chibás paga su compromiso político a un precio alto. En agosto de 1931 es encarcelado y luego condenado a exilarse en 1932.
7. A la caída de Machado en agosto de 1933, regresa a Cuba y participa en la Revolución de septiembre de 1933.
8. Forma parte del Gobierno Revolucionario de Ramón Grau San Martín y desempeña un papel fundamental en la Comisión Ejecutiva. Liderado por Antonio Guiteras, el “Gobierno de los 100 días”, que empieza el 10 de septiembre de 1933, crea un Ministerio del Trabajo, establece la jornada laboral de 8 horas, elabora un sistema de pensiones y seguridad social para los obreros, legaliza los sindicatos, disminuye los precios de los productos de primera necesidad y decreta la autonomía universitaria.
9. Tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista, quien lideraría el país entre bambalinas de 1933 a 1940, Chibás, quien condena firmemente la traición del nuevo hombre fuerte, integra el movimiento Izquierda Revolucionaria.
10. Crea el programa radial “La Voz de las Antillas” en el cual reivindica la plena soberanía nacional de Cuba y denuncia la violencia y la corrupción.
11. En 1934, participa en la creación de Partido Revolucionario Cubano (Partido Auténtico) que lidera Ramón Grau San Martín, y afirma su pertenencia al pensamiento martiano y antiimperialista.
12. En 1939, forma parte de los 76 delegados elegidos a la Asamblea Constituyente y participa en la redacción de la nueva Constitución de 1940.
13. En 1940, es elegido al Parlamento Cubano y se convierte en el portavoz del Partido Auténtico. Aprovecha esta tribuna legislativa para denunciar al gobierno de Fulgencio Batista, elegido Presidente ese mismo año.
14. El 15 de mayo de 1947, frente a la corrupción del Partido Auténtico cuyo símbolo es el Ministro de Educación José Manuel Alemán, el senador Chibás (desde 1944) decide fundar el Partido del Pueblo Cubano, también llamado Partido Ortodoxo.
15. El programa del Partido Ortodoxo de Chibás es progresista y se basa en varios pilares: la soberanía nacional, la independencia económica con una diversificación de la producción agrícola, la supresión del latifundio, el desarrollo de la industria, la nacionalización de los servicios públicos, la lucha contra la corrupción y la justicia social con la defensa de los trabajadores.
16. En un memorándum confidencial, Estados Unidos, dueño de la economía cubana, analiza con preocupación el programa ortodoxo: “En cuanto a la política interna, Chibás favorece la ‘cubanización’ de toda la actividad económica, para ‘emancipar a Cuba del imperialismo extranjero’; nacionalización gradual, basada en una compensación adecuada, de todos los sectores y empresas públicas de naturaleza monopolística; ‘libre mercado’ basado en controles estrictos de producción y exportación […]; distribución forzada de tierra de cultivo, impuestos a las propiedades no cultivadas, eliminación del sistema feudal y colonial, uso masivo de la maquinaría agrícola y el desarrollo de proyectos de irrigación y de cooperativas agrícolas. Chibás desarrollaría un sistema de seguridad social controlado por el gobierno que brindaría a los ciudadanos una protección adecuada frente a los riesgos económicos de la vejez, la enfermedad, el desempleo y el deceso, con una protección particular a las mujeres y los huérfanos. Establecería una estructura tributaria sobre una base clara, justa y científica”.
17. En términos de política internacional, Washington señala que Chibás preconiza “una colaboración con las instituciones internacionales y una condena de las guerras de agresión”, “una política de paz y el mantenimiento de lazos culturales y comerciales con las demás naciones”, “un repudio del derecho de veto en las Naciones Unidas”, “una defensa del sistema regional interamericano y de la solidaridad hemisférica basada en la igualdad”, “un acceso libre y basado en la igualdad al comercio internacional y a las materias primas”, “una oposición firme a todos los tiranos, ‘de Stalin a Trujillo’ y de ‘Franco a Perón’”.
18. Feroz anticomunista, Chibás no esconde su desconfianza hacia el Partido Socialista Popular, el partido comunista cubano de la época, por su colaboración con Fulgencio Batista. A nivel internacional, denuncia regularmente “el imperialismo totalitario comunista de Moscú, el más despótico, cruento y agresivo de la Historia” e incluso brinda su apoyo a Estados Unidos en la Guerra de Corea.
19. Los elementos más radicales y revolucionarios de la juventud cubana, como Fidel Castro y Max Lesnik, entre otros, integran las filas del Partido Ortodoxo y brindan su apoyo a Chibás.
20. Antes del triunfo de la Revolución, Fidel Castro nunca había militado en otro partido político que el Partido Ortodoxo. Se presentaría incluso al Senado como candidato del Partido del Pueblo Cubano en 1952.
21. El Partido Ortodoxo atrae también a la población afrocubana, hasta entonces marginada de la vida política.
22. Orador de gran talento, Chibás interviene todos los domingos en la radio, desde 1943 hasta 1951. Su programa en la CMQ es el más popular del país y lo siguen millones de cubanos. Denuncia la corrupción del Estado y afirma su voluntad de edificar una nueva Cuba donde el sello de la honestidad y la probidad marcaría a los dirigentes.
23. Con José Pardo Llada, Chibás es el comentarista de radio más popular de Cuba.
24. En 1948, participa en la elección presidencial y pierde contra Carlos Prío Socarrás, candidato del Partido Auténtico.
25. Chibás se muestra muy crítico con el gobierno de Prío, gangrenado por la corrupción como el de su predecesor Ramón Grau San Martín.
26. En 1949, el senador Chibás es encarcelado por acusar al gobierno de Prío de favorecer a la multinacional estadounidense Cuban Electric Company y al Tribunal Supremo de corrupción. “Es un honor ir a la cárcel por defender al pueblo cubano”, declara.
27. El lema del Partido Ortodoxo se vuelve famoso: “Vergüenza contra dinero. A barrer con los ladrones”, con un escoba como símbolo.
28. En un informe sobre el líder del Partido Ortodoxo para el Departamento de Estado, la embajada estadounidense señala que “Chibás es ante todo un campeón de la honestidad en el gobierno. Es probable que hiciera un esfuerzo real para infundir honestidad en el gobierno”.
29. En mayo de 1951, Chibás responde al reto que le lanza el famoso periodista José Pardo Llada, que le reprocha mostrarse indulgente con el Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango, antiguo miembro del Directorio de 1927, el cual tenía como Chibás aspiraciones presidenciales.
30. Lo acusa entonces de desviar fondos públicos y de crear un imperio inmobiliario en Guatemala. A pesar de sus afirmaciones, Chibás no presenta las pruebas que prometió a la opinión pública.
31. Según Max Lesnik, entonces dirigente de la Juventud Ortodoxa y colaborador cercano de Chibás, éste no disponía de las pruebas materiales para confirmar sus acusaciones.
32. Esta inútil polémica tiene graves consecuencias para Chibás, que se convierte en objeto de burla de un sector de la opinión pública: “¡Chibás! ¿Dónde está la maleta?”, en referencia a la maleta de pruebas que prometió.
33. La dirección del Partido Ortodoxo, más preocupada de consideraciones políticas y puestos en el Senado y en la Asamblea, abandona a Chibás a su suerte, el cual sólo puede contar con la parte más radical de la Juventud Ortodoxa.
34. Afectado por este episodio, Chibás decide inmolarse con la esperanza de despertar la conciencia popular. El 5 de agosto de 1951, tras su discurso en la radio, “El último aldabonazo”, se dispara con una pistola.
35. En su último discurso, Chibás denuncia otra vez la corrupción: “Hace cinco siglos el Tribunal de la Inquisición le gritaba a Galileo: ¡Mentiroso! y ¡Engañador! ¡Presenta las pruebas de que la tierra se mueve alrededor del Sol! Galileo no pudo presentar las pruebas físicas del hecho evidente y fue condenado, pero siguió repitiendo, firme en su convicción moral: "¡Pero se mueve!" "¡Pero se mueve!" Hace cinco años acusé al Ministro de Educación José Manuel Alemán, de robar los dineros del material y el desayuno escolar y de estar fomentando en Miami un imperio de propiedades e inmuebles. El Ministro Alemán y todos sus corifeos atronaron el espacio gritando: ¡Mentiroso! ¡Calumniador! ¡Presenta las pruebas! Yo no pude presentar las pruebas físicas de que se estaban robando el dinero del Tesoro Nacional, pero seguí repitiendo, firme en mi convicción moral: ¡Se lo roban! ¡Se lo roban! Ahora acuso al Gobierno de Carlos Prío de ser el más corrompido de cuantos ha tenido la República hasta el presente y a su Ministro de Educación, Sánchez Arango […] de robarse los dineros del material y el desayuno escolar y de realizar grandes inversiones en Guatemala y otras Repúblicas de la América Central al no permitirle el Gobierno de Washington entrar en los Estados Unidos por sus antecedentes comunistas. […]. Cuba necesita despertar. Pero mi aldabonazo no fue, quizás, lo suficiente fuerte. Seguiremos llamando a la conciencia del pueblo cubano. ¡Compañeros de la Ortodoxia, adelante! ¡Por la independencia económica, la libertad política y la justicia social! ¡A barrer a los ladrones del gobierno! ¡Vergüenza contra dinero! ¡Pueblo de Cuba, levántate y anda! ¡Pueblo cubano, despierta! ¡Este es el último aldabonazo!”
36. Tras once días de agonía, Chibás muere el 16 de julio de 1951 en La Habana.
37. Según Lesnik, el verdadero debate histórico y político no es saber si Chibás tenía las pruebas materiales sobre Aureliano Sánchez Arango, sino preguntarse sobre su presencia en un “gobierno de ladrones”: “¿Qué hacía el honrado Aureliano en un gobierno de ladrones, defendiendo a los ladrones?”
38. Más de un millón de personas asisten a su entierro en el cementerio de Colón de La Habana, en lo que quedará como la más importante velada fúnebre de la Historia de Cuba.
39. En vísperas de las elecciones presidenciales de junio de 1952, Chibás, adulado por el pueblo, era el candidato favorito del escrutinio. Según un sondeo del 20 de mayo de 1951 que realizó la revista Bohemia, el líder ortodoxo tenía más de 10 puntos de ventaja sobre los demás candidatos y era el favorito de todas las categorías sociales.
40. Un memorándum confidencial de la embajada de Estados Unidos del 11 de julio de 1951 subraya que “Chibás es el candidato favorito”.
41. El 10 de marzo de 1952, apenas siete meses después de la desaparición de Chibás y a tres meses de las elecciones presidenciales, el general Fulgencio Batista rompe el orden constitucional y derroca al gobierno de Prío. La dictadura militar duraría seis años, hasta el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
42. Sin la muerte de Chibás, la ruptura constitucional no habría ocurrido. Según Fidel Castro, “con Chibás vivo no habría podido dar el golpe de Estado, porque el fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) lo observaba de cerca”.
43. En marzo de 1952, Fidel Castro lanza un llamado “a los bravos militantes del Partido glorioso de Chibás” a luchar contra la dictadura militar de Batista.
44. La mayoría de los miembros del Movimiento 26 de Julio que fundó Fidel Castro para luchar contra Batista procedían de las filas del Partido Ortodoxo: “Prácticamente todos los miembros […] que cayeron en el Moncada o en la Sierra […] procedían de las filas ortodoxas”, recuerda el líder de la Revolución Cubana.
45. El legado moral, revolucionario, antiimperialista y martiano de Chibás fue la principal fuente de inspiración de la Revolución Cubana.
46. El 16 de enero de 1959, tras la caída de Batista, Fidel Castro acudió a la tumba de Chibás y le rindió homenaje.
47. “La historia de la Revolución, la historia del 26 de julio, está íntimamente ligada a la historia de esta tumba. Porque debo decir aquí que sin la prédica de Eduardo Chibás, sin lo que hizo Eduardo Chibás, sin el civismo y la rebeldía que despertó en la juventud cubana, el 26 de julio no habría sido posible. El 26 de julio fue, pues, la continuación de la obra de Chibás”.
48. Según Fidel Castro, las ideas de Chibás se convirtieron en “la causa, en la idea y la ilusión de todo el pueblo”.
49. Chibás fue un personaje político de una indiscutible probidad, símbolo de la honestidad en un país marcado por la corrupción.
50. Como José Martí, Antonio Maceo, Julio Antonio Mella, Antonio Guiteras y Fidel Castro, la figura y las ideas de Eduardo Chibás marcaron la Historia de Cuba y forman parte del legado político y antiimperialista del pueblo cubano.
*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Contacto: lamranisalim@yahoo.fr ; Salim.Lamrani@univ-reunion.fr
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
Fidel no termina en Fidel
13 de Agosto de 2013, 19:49 - sem comentários aindaPor Enrique Ubieta Gómez
Hoy cumple 87 años Fidel. Todos los cubanos, los que lo siguen y aman, los que lo odian, no importa a qué generación pertenezcan, son sus hijos. Tal fue la magnitud de su influjo. Aquellos barbudos que entraron sobre camiones y tanquetas artesanales a la capital, hace casi 55 años, quebraron la línea de la historia: un antes, un después. Nada, nadie siguió siendo el mismo. Mi padre volvió a nacer, y sus hijos fuimos un proyecto diferente al imaginado. Los sueños se transformaron en metas alcanzadas y por alcanzar, en proyectos compartidos. Fuimos más realistas: aprendimos a sobrepasar los abismos, las tempestades, los imposibles.
Fidel fue el Martí de nuestra época. La trinchera se corrió en Nuestra América hasta las 90 millas, como había querido Martí. Desde aquel enero de 1959, y especialmente, desde Girón, los latinoamericanos supieron que la victoria era posible. El internacionalismo dejó de ser un acto de militantes “locos”, o un gesto de las naciones “mayores” hacia las “menores”, para encarnar como un deber de pueblos, un compartirlo todo –no lo que sobraba, sino lo que apenas alcanzaba–, hasta la sangre.
Fidel era omnipresente, un día pasaba por la escuela nueva, por el recién inaugurado laboratorio, discutía los planes de la zafra azucarera, conversaba con Silvio y Pablo, trazaba sobre un mapa las tácticas guerrilleras de los sandinistas o el avance de las tropas en Angola, o más recientemente, planeaba junto a Chávez la cantidad de personas a las que devolvería la visión, la de los ojos y las del alma.
Aparecía de visita en la casa de su amigo García Márquez a las tres de la mañana, improvisaba un discurso de pie durante siete u ocho horas, sin tener que ir al baño, y todavía después conversaba un rato con los periodistas que se atrevían a desafiar su resistencia. Fidel nunca fue Castro, como quería el enemigo, porque siempre fue pueblo. Cortó caña, caminó con la gente en las marchas, y estuvo allí donde había que estar a la hora cero, en el Moncada, en Girón, en la Crisis de octubre, bajo la lluvia y el viento de los huracanes más feroces y en las provocaciones del enemigo. No lo siguieron porque indicó a dónde ir, sino porque fue.
Amaba los desafíos –los más grandes parecían más hermosos–, y los resolvía con jugadas maestras, como un Capablanca de la política. En un mundo dominado por el imperialismo, fue el guerrillero de las ideas y de los actos, de las ideas convertidas en actos. ¿Se equivocó? No se equivocan los que no se atreven a construir caminos propios. Pero estuvo en la primera fila de las victorias, y de las derrotas. Si hoy buscamos otros senderos, no es porque el suyo estuviese equivocado. Cambiaron las condiciones, el mundo se hizo otro, y también cambiaron las tácticas.
Pero Fidel no termina en Fidel. Tengo en mi casa el bello cartel de Ares, “Cuba post Castro”, con su imagen repetida hasta el infinito, multiplicada. Fidel nos acompaña, nos sirve de atalaya, de inspiración; pero a Fidel regresaremos los cubanos, porque muchas de sus ideas quedaron inconclusas, esperan ser cumplidas en un futuro al que la Humanidad llegará, si no se autodestruye antes.
Fidel cumple hoy 87 años de su breve –la vida siempre es breve cuando se vive para hacer–, e intenso paso por la vida. Pero apenas comienza a vivir en la historia.
Tomado de su Blog La Isla Desconocida
Que los americanos no pueden con él…
13 de Agosto de 2013, 16:05 - sem comentários aindaPor Rosa C. Báez
Me recuerdo niña, coreando el estribillo, en “corretajes” con los amiguitos del barrio… me recuerdo también con aquellos “faroles” que mi padre nos hacía a todos, tomando los pomos de conserva que mami atesoraba, y llenándolos de cocuyos, sintiéndonos brigadistas… me recuerdo ayudando a enseñar a los que no sabían leer y escribir por los contornos… pero mucho antes, recuerdo la gritería un 1º de enero que me hizo llenarme de aquel nombre: Fidel…
Recuerdo los ómnibus saliendo de mi barrio, no sé con rumbo cuál, para pedirle que no dejara sus cargos porque ¿qué revolución tendríamos sin él?
Recuerdo la tarde en que una gritería enorme, con decenas de muchachos corriendo detrás de un jeep, me dejaría con rabieta porque no me dejaron correr también detrás, en aquel jeep verde olivo donde todos decían “ahí va Fidel”.
Recuerdo verlo pasar delante de mí, en una caravana de autos, llegando a la Plaza; también mi emoción desenfrenada en la Ciudad Deportiva, al verlo instalarse en un palco contiguo, mientras con sus manos y su sonrisa pedía cordura, para que continuara el partido de básquet…
Recuerdo su voz en los altavoces, en mi beca de Ciudad Libertad, dándonos el triste anuncio de la muerte del Che, o mi abrazo sollozante a mis compañeras cuando junto a la madriguera del yanqui anunciaba, “los 10 millones no van”…
Luego lo recuerdo cuando en la Biblioteca Nacional, por primera vez después de sus “Palabras a los Intelectuales” asistió a la presentación de un libro de Gerardo, el de Los Cinco… recuerdo el orgullo y la emoción de que fuera mi área de trabajo la escogida para servir como puesto de mando… recuerdo verlo, allá delante, a unas filas de distancia…
Recuerdo la eterna ansia de poder estrechar su mano, recuerdo la alegría de haber sido la portadora de la feliz noticia a los 4 vientos: “Yayabo está en la calle”…
Pero sobre todo, recuerdo el orgullo infinito de poder responder Sí en Argentina cuando mis interlocutores me preguntaban, a cada paso, si era de “la Cuba de Fidel”.
Así estás, Fidel de Cuba, en cada uno de mis tiempos. Así estás, Comandante infinito, en cada obra, en cada idea, en cada avance de esta Cuba que es tan tuya como nuestra… en cada hombre que ha estado en tu presencia, como aquél que en otras tierras, conserva intacto en su corazón el día que gritaba en aquella carrera que tú estabas acompañando desde la tribuna presidencial…
Así estás, hoy en tu 87 cumpleaños, venciendo las tormentas, los infundios, las mentiras: siendo ejemplo para cada revolucionario del mundo, siendo todavía y siempre, aquel de mi coro infantil:
“Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él”
Fidel, incansable revolucionario
11 de Agosto de 2013, 21:56 - sem comentários aindaEditado por Isidro Fardales*
La Habana, 10 ago (rhc).-La Asociación de Amistad y Solidaridad Francia – Cuba, y las Ediciones “Bruno Leprince”, con la autorización excepcional del Consejo de Estado de Cuba, han editado el libro en francés con textos Fidel Castro sobre la protección de la naturaleza y el Medio Ambiente, con el fin dar a conocer las trascendentales preocupaciones de este hombre extraordinario.
"Le droit de l´humanité a l´existence” (El derecho de la humanidad a la existencia) es un instrumento único para el despertar de las consciencias en todo el mundo sobre estos preocupantes temas.
“Fidel es un revolucionario que no se cansa nunca” es un texto leído el 17 de abril del 2013 en la Casa de América Latina en París por el periodista y escritor colombiano residente en Francia Hernando Calvo Ospina cuando se presentó este libro que contiene 22 reflexiones del líder de la Revolución Cubana.
“Es una de las grandes figuras del siglo XX. En Francia no hay quien tenga su estatura, ni siquiera Charles de Gaulle. Se ame a Fidel o no, este hombre es un mito vivo”. Esas palabras son las de un gran actor francés, Pierre Richard, quien me las ofreció durante una entrevista que me otorgó hace seis años.
Y sí, efectivamente, Fidel, como tenemos la costumbre de llamarlo aquellos que admiramos su trayectoria y su obra, es un personaje fuera de lo común. En tres ocasiones tuve la oportunidad de poder compartir un momento de diálogo con él y esos tres momentos quedaron grabados en mi memoria, entre los más importantes de mi vida. Tuve también la suerte de escucharle varias veces. No tomaba notas escuchando sus análisis, pues sabía que al día siguiente los leería en la prensa cubana. Prefería tomar mi tiempo para observarlo. Ver como sus manos se movían cerca de su barba mientras que el dedo índice de su mano derecha se agitaba como la batuta de un director de orquesta. En cada ocasión temí que su voz se quebraría, pues se tornaba ronca, pero siempre me equivoqué y él hablaba por más de cuatro horas seguidas, que -según el sentido de sus frases- él era por turno dirigente, profesor, compañero o papá.
Una larga investigación en la historia de la humanidad sería necesaria para saber si existió alguna vez un líder político con tantas capacidades como las que demuestra Fidel. Dotado de una memoria prodigiosa, puede realizar de imprevisto, y de un abrir y cerrar los ojos, cálculos matemáticos. Tras un discurso ofrecido en la Televisión sobre la geoestrategia, dio consejos a la población sobre la mejor manera de preparar un plato de gastronomía cubana con una olla multifuncional como las que el gobierno iba a distribuir a precio módico. Durante la guerra de liberación de Angola y contra el estado racista de África del Sur, él fue el consejero de sus generales y dirigió casi todas las principales batallas desde La Habana. Es capaz de asegurar por adelantado el curso de la evolución de un ciclón para después explicar en los medios de comunicación como uno debe prepararse para enfrentar ese fenómeno natural.
Lo que es seguro, es que no tuvo una tarea fácil cuando se permitió comentar un partido de béisbol y que una parte de la población no estuviera de acuerdo con él, pues favorecía a un equipo. Igualmente no hizo reír a nadie cuando propuso controlar el consumo del ron para proteger la salud del pueblo cubano: es una de las raras propuestas de Fidel que nunca se pudieron aplicar.
Que yo sepa, en una sola oportunidad se creyó que había enloquecido. Fue durante un discurso en la Ciudad de Camagüey, el 26 de julio de 1989. El declaró: “Si mañana u otro día, conocemos al despertar que estalló una gran guerra civil en la URSS; o si al despertar nos enteramos que la Unión Soviética se desintegró, cosa que no deseamos que llegue jamás, etc., etc. ". Yo insisto, él pronunció esas palabras en julio de 1989 y muchos se inquietaron por el Comandante y pensaron que el sol le había hecho daño; y sin embargo, dos años más tarde, ¿qué fue lo que pasó?. ¡Desintegración de la URSS! Fidel había ya analizado la ruta tomada por Gorbatchov.
Y con la desaparición de la URSS y del bloque socialista europeo llegaron los momentos más difíciles vividos por la revolución cubana, pues Cuba se encontró sola en el mundo. Se acabó el petróleo, la electricidad, la comida. Muchos gatos terminaron en una olla. Durante casi ocho años los cubanos soportaron la misma situación que la de Europa al final de la Segunda Guerra Mundial. Con una gran diferencia: los Estados Unidos distribuían alimentos con crédito a Europa, mientras que en el caso de Cuba reforzaron el bloqueo para que la escasez y el hambre hicieran hundir la Revolución.
Y ese 26 de julio de 1989, Fidel había dicho igualmente que si la URSS incluso desapareciera, “en tales circunstancias, Cuba y la Revolución Cubana continuarían luchando y continuarían resistiendo”.
¡Y resistieron! El FMI y el Banco Mundial no entienden como pudieron salir del abismo sin privatizar una sola escuela ni un solo hospital. Busqué las respuestas en las calles de Cuba y mucha gente me contestó la misma cosa: “Fidel dijo que íbamos a salir del mal momento y lo hemos creído”. Y me atrevo a precisar: es la fe en Fidel y en la Revolución que dirige lo que permitió a la gente vencer ese momento, pero también la solidaridad entre los cubanos que compartieron la poca sal y el poco arroz que tenían.
La revolución sobrevivió también porque Fidel y los cubanos no quisieron copiar ningún sistema, ni el chino, ni el soviético, ni ningún otro. Ellos construyeron una revolución a lo cubano. Fidel no aprueba a los copiadores. Siempre dijo que era mejor equivocarse por sí mismo. Así, durante cincuenta años, a pesar de los errores, Fidel y los cubanos hicieron una sociedad más igualitaria. Pero no olvidemos que cincuenta años son poco tiempo para liberarse de la carga de 500 años de colonialismo europeo y estadounidense.
Fidel ha sido un estratega como hay pocos en la historia de la humanidad. Un soñador con un corazón inmenso que ha vivido para su pueblo y para la revolución: Ha sido un soldado de primera línea. Además ha hecho mucho por muchos pueblos del mundo. Mientras que la mayoría de los gobernantes proponían mandar tropas, él enviaba de manera gratuita médicos y profesores. Haití es el último ejemplo.
Yo recuerdo mi incredulidad cuando conocí que Fidel había decidido crear la Escuela Latinoamericana de Medicina para ofrecer becas a miles de jóvenes de América Latina y también de Estados Unidos. Fue a finales de los años 90, cuando la situación económica era todavía bien difícil. Y esta escuela, ELAM, está ahí y forma médicos para todo el continente.
En diciembre del 2011, Fidel entró en el Libro Guiness de Records como “la persona que más se ha intentado asesinar”. Se calcula que desde 1959 y hasta el año 2000, se hicieron 638 proyectos y tentativas de asesinatos, en su mayoría dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA). Y no se puede olvidar que la CIA está directamente subordinada al Presidente de esa nación. Wayne Smith, quien fue uno de los jefes de la sección de Intereses de Estados Unidos de Estados Unidos en La Habana, me dio su versión de las razones por las cuales asesinar a Fidel devino una obsesión para su gobierno. He aquí lo que me dijo: “muchos de nuestros líderes políticos creyeron que Cuba tenía que formar parte de nuestro territorio; o que teníamos el derecho de decidir lo que debía pasar allí. Y si Castro no estuviera estado allí la cosa había sido así. Castro se convirtió en un obstáculo que nos desafió y que se burló de nosotros. Y eso una superpotencia no puede soportarlo”.
Este diplomático habría podido añadir que Fidel y su Revolución hicieron estremecer el continente americano. Nada fue como antes ni militarmente ni políticamente: Washington tuvo que readaptar toda su estrategia de imperio.
Pero, ¿cómo Fidel Castro pudo sobrevivir a tanto ensañamiento y medios empleados en su contra? Uno recuerda que del 8 de enero de 1959 después que Fidel entró triunfalmente en La Habana, en medio de su discurso, una paloma se colocó en su hombro. El silencio se impuso entre los asistentes, muchos hicieron señal de la cruz ante lo que interpretaban como una señal de Dios que bendecía al elegido. Pero ningún poder extraterrestre hubiera sido suficiente para asegurar su seguridad, sino hubiera existido un pueblo en Cuba y en el exterior, y numerosos amigos de esta revolución, para protegerlo.
El 19 de febrero del 2008 yo estaba en La Habana, el sol de la mañana esta resplandeciente, más el ambiente era diferente. Unas horas antes se difundió el mensaje de Fidel en el que renunciaba a sus funciones de Presidente del Consejo de Estado y de Comandante en Jefe. El pedía que continuaran llamándole simplemente “compañero Fidel”. Vi con frecuencia lágrimas en los ojos de las personas con las que me cruzaba esa mañana. “Es como si un padre renunciara a ser padre”, me decían. Ya hacia el mediodía la mayor parte de la gente exclamaba: “¿Fidel, renunciar?” ¡Si Fidel es Fidel! ¡Él será siempre nuestro Comandante en Jefe, incluso después de su muerte!"
Aunque alguna gente no quisiera escucharlo, voy a decirlo: si, Fidel ha cometido errores. Es un ser humano. Construyendo se cometen errores. Más aún cuando construye con la espada de la más grande potencia encima de la cabeza. Por otro lado, Fidel ha reconocido sus errores. Para saberlo, es suficiente leer una parte de su vasta obra intelectual. Yo admiré y admiro su capacidad de continuar avanzando y corrigiendo sus errores.
Por todas esas razones y muchas otras, tengo para él un inmenso respeto y admiración como dirigente político, por el ser humano y por el soñador. Porque gracias a él, no hay en Cuba la miseria que reina en América Latina, también en los Estados Unidos y en muchos lugares en Europa, inclusive en la bella ciudad de París. No hay un solo niño en Cuba que duerma en la calle, que sufra de hambre o que no vaya a la escuela. Es la obra de Fidel. Actuar por el futuro de los niños, es también actuar por todas las generaciones y ¿no es ésta la obra más noble y más grandiosa?
A pesar de todo eso, son muchos todavía los que tratan a Fidel de dictador y que desean su muerte. Pero ellos no saben, o no desean saber, que millones de personas en el mundo necesitan que existan Fideles. Millones de personas necesitan un Fidel Castro Ruz que les permita creer que son seres humanos y que no vinieron al mundo solamente para sufrir.
*Periodista: labora en Radio Habana Cuba desde hace más de tres décadas
Tomado de Radio Habana Cuba
Imagen agregada: Composición RCBáez
¿Por qué Estados Unidos no cerró la SINA?
10 de Agosto de 2013, 16:46 - sem comentários aindaPor Pedro Díaz Arcia
Ante el riesgo de atentados de grandes dimensiones de Al-Qaeda o sus aliados contra objetivos oficiales o privados de Estados Unidos, el gobierno de Barack Obama decidió cerrar 22 embajadas y consulados del 4 al 10 de agosto, y emitir una advertencia de viajes a sus ciudadanos para que tomen precauciones adicionales en el extranjero hasta el 31 de este mes, según informó el Departamento de Estado.
Sin embargo, ¿cómo se explica que Washington no cerrara la Oficina de Intereses en La Habana (SINA), si incluyó a Cuba en la lista de países “patrocinadores de terrorismo” que dio a conocer en mayo?
Entre las naciones afectadas por el cierre temporal de estas sedes se encuentran, entre otros: Egipto, Jordania, Libia, Yemen, Arabia Saudí, y Kuwait, así como Madagascar, Burundi, Ruanda y Mauricio en territorio africano. Las oficinas en Kabul, en Afganistán, y Bagdad, en Irak, reabrieron sus puertas este lunes. La medida, calificada como un “exceso de cautela”, responde a la intercepción de conversaciones que constituyen una de las mayores amenazas para el país desde el 11-S, de acuerdo a declaraciones de legisladores que tuvieron acceso a la información.
Pero, reiterando la duda: ¿No podría una célula de Al-Qaeda desarrollar acciones bélicas contra la sede estadounidense en la capital cubana, como lo hicieron en los propios Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001?
La Casa Blanca sabe perfectamente que Cuba jamás ha realizado ninguna acción terrorista ni adentro ni afuera de sus fronteras. Mientras, ha sido víctima de horrendos crímenes como la voladura de la aeronave de Cubana de Aviación, en 1976, con el trágico balance de 73 civiles muertos, incluyendo el equipo juvenil de esgrima cubano. El hecho fue calificado por el Gobierno Revolucionario como “el primer ataque terrorista contra la aviación civil en el hemisferio occidental”.
El autor intelectual del atentado, Luis Posada Carriles, un destacado ex agente de la CIA, autor de otros ataques contra instalaciones cubanas e intentos de asesinato contra el ex presidente Fidel Castro, hoy se pasea libremente por Miami en medio de bochornosos homenajes.
Los antecedentes de la SINA se remontan a 1977, cuando bajo la presidencia demócrata de Jimmy Carter y luego de ingentes esfuerzos, ambos países anunciaron la apertura de sendas Oficinas de Intereses en La Habana y Washington, que fueron inauguradas oficialmente el 1 de septiembre de ese año.
Aunque estas representaciones deben ocuparse, según lo acordado, de asuntos consulares y otros temas de interés bilateral: la SINA considera, entre sus objetivos, el promover “una transición pacífica al sistema democrático basado en el respeto a la ley y a los derechos humanos individuales y abrir sistemas económicos y de comunicación” en la isla, en una clara intervención en los asuntos internos de Cuba.
De hecho, sus instalaciones se han convertido en un centro promotor de actividades de subversión interna, entrenando y financiando a grupos contrarrevolucionarios. Si alguien realizara una acción terrorista contra la SINA o contra alguno de sus funcionarios, den por seguro que se trataría de una autoagresión organizada por la CIA con el fin de justificar una nueva vuelta de rosca al criminal bloqueo que ejercen contra la isla por más de medio siglo, o de preparar una nueva invasión militar contra el país.
¡Quien tiene sobradas razones para cerrar la SINA es el gobierno de La Habana!
Tomado de Discrepando
*Profesor Titular de Historia. Fue miembro del cuerpo diplomático de nuestro país, como Viceministro de Relaciones Exteriores y Embajador en diversos países. Es, además, colaborador habitual de diversos órganos de prensa, ensayista y poeta.