Por Fernando Buen Abad Domínguez
“Puede afirmarse sin exageración, que nunca como hoy nuestra civilización
ha estado amenazada por tantos peligros.”
[1]México, 25 de julio de 1938. Léon Trotsky y André Breton.
Ningún intelectual es ajeno a la lucha de clases.
Hay que decirlo “a los cuatro vientos”: Cuba y Venezuela han sido soporte fundamental para la existencia de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. [2/3] Se dice fácil y no lo es. No es fácil concitar el acuerdo activo de Intelectuales y Artistas para solidarizar con una causa mundial. No es fácil afianzarse en la autoridad moral capaz de reunir, incluso en foros internacionales, el pensamiento y la acción de Intelectuales y Artistas que, procedentes de frentes diversos, coincidan en acciones concretas. No es fácil fincar la confianza, teórica y metodológica necesaria, para que los Intelectuales y Aristas enarbolen una bandera por la Humanidad, y un futuro mejor, ante la debacle sistémica del capitalismo. La buena nueva es que ahora se pudo a pesar de que algunos digan que los Intelectuales (y los artistas) son huesos duros se unir.
En plena crisis del capitalismo, los ataques contra la Humanidad recrudecen. La burguesía y sus intelectuales han reflotado los pensamientos más obsoletos, anacrónicos y reaccionarios. Está en pie una ofensiva ideológica, simbólica y mediática sin precedentes y el intervencionismo colonial, el imperialismo y el belicismo capitalista, convertidos en un una industria archi-rentable, imponen peleles burocráticos y sectarios capaces de generar hambrunas, desamparo y humillación contra los seres humanos y los ecosistemas. Pueden iniciar conflagraciones nucleares sin retorno. Fidel ha sido extraordinariamente puntual y claro en estos temas [4]. En su irracionalidad usurera el capitalismo juega con el destino de los seres humanos.
La ideología de la clase dominante impone, también, con sus medios de comunicación y sus libros, artículos, tesis doctorales… ideas y operaciones que son cada vez más peligrosas, se trata de invisibilizar la crisis general del capitalismo sus estragos y sus costos. Por el contrario, es de importancia superlativa hacer visibles todas las tropelías del capitalismo y proveernos con ideas ordenadoras, clarificadoras y movilizadoras hacia la transformación concreta del mundo y eso es urgente. He ahí la importancia de la Red de Intelectuales y Artistas. Desde abajo.
La humanidad necesita para su salvación una revolución económica que destruya, para siempre, la propiedad privada de las herramientas de producción y necesita, con igual jerarquía, una revolución de las ideas porque sin cambiar las ideas nada cambiaremos. Necesitamos, permanentemente, ideas para la acción transformadora y acción transformadora en las ideas con la ciencia en pie de lucha, con bibliotecas nuevas, libros para el combate, economía política para la emancipación, ciencias sociales al servicio de la clase trabajadora, Filosofía transformadora… materiales teórico metodológicos cuya relevancia nueva sea su utilidad para transformar, objetivamente, al mundo.
Esta Red de Intelectuales y Artistas no tiene carácter mesiánico. No son los Intelectuales ni los Artistas quienes hacen las revoluciones por sí solos, son los pueblos organizados que, con ayuda de algunos pensadores y generando los nuevos intelectuales desde el seno de la clase, luchan hombro a hombro. Se trata de una Red de Intelectuales y Artistas dispuestos a la crítica y la auto-crítica para desarrollar ideas y acción vigentes. No nos alcanza con declaraciones, más o menos brillantes, se trata, además, de intervenir en frentes concretos con aportes concretos. Los pueblos prefieren a los Intelectuales y Artistas que ponen toda su capacidad y creatividad al servicio de la supresión del capitalismo y para construir la sociedad que queremos sin clases, sin amos.
La Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad es un instrumento muy importante para aportar ideas claras sobre muchos de los problemas que enfrentamos pero no podemos esperar que la Red resuelva mágicamente todo problema. Si esto suena obvio no por eso debe omitirse. La Red no es cenáculo de omnipotentes. Es una herramienta que ofrece ideas para la praxis en muchos procesos sociales que en su dinámica cambian mientras aparecen dilemas nuevos. En su parte más aguda el aporte de la Red traba litigio contra la miseria que acongoja a los pueblos, contra las guerras y el terrorismo de Estado y contra todos los terrorismos. No abandona el terreno de lo individual y más de una vez se ha pronunciado respecto al papel de los individuos frente a los grupos, la familia, el estado de ánimo de los pueblos y las luchas hacia una subjetividad emancipada. Nada fácil.
La Red necesita actualizarse permanentemente, la Revolución Mundial la necesita fresca y dinámica con capacidad de acción inmediata y capacidad de intervención internacionalista a cualquier hora. Intervenir en la relación Capital-Trabajo, en la situación actual de las fuerzas productivas, en la industria, la agricultura, la ciencia, la tecnología y también en las artes, en la estética, en la producción de símbolos y en la guerra mediática mundial. No podemos quedarnos cruzados de brazos. Mientras, la burguesía impulsa febrilmente su ideología, incluso lo hace con optimismo esclavizante, y siente que algunos de sus intelectuales, la elevan con vértigo ascendente, a fuerza de tufos neo-nazis, rumbo a su cielo que es el camposanto de personas e ideas.
La ideología de la clase dominante, en esta etapa histórica, es cada vez más mezquina, miserable y trivial. La Red incuba un Humanismo no utópico que no es sinónimo de filantropía ni caridad benevolente. La Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad tiene la tarea histórica de impulsar las mejores ideas para las mejores acciones, capaces de ayudar a esclarecer los pasos concretos de hoy, y los pasos de mañana, hacia otra sociedad donde la humanidad intervenga, sin clases sociales, para garantizarse todo lo que necesite. Desde la panza hasta el corazón y la cabeza. Y viceversa.
La humanidad está sometida a las peores amenazas de su historia, se la esclaviza con crímenes de todo género, represión, tortura, drogas, alcohol, televisión… la vida se vuelve amarga y hueca. La crisis del sistema se naturaliza en la cabeza y el corazón. La vida pierde toda expresión racional, se impone el pesimismo y la desorientación general. El capitalismo desata contra la Humanidad los demonios del misticismo, del oscurantismo, de las tinieblas culpígenas… La única solución es la Revolución y en esa solución la Red debe contribuir con lo mejor de sus ideas y sus acciones.
Un Intelectual o un Artista, alejado de la clase trabajadora, en cualquiera de sus significados, además de ser un desperdicio enorme, es inútil para el cambio que la humanidad requiere. Los intelectuales o los Artistas que moran torres de marfil o cenáculos de iluminados, que miran a la sociedad como decorado o como abstracción, se han vuelto en el mejor de los casos un estorbo para el desarrollo de la humanidad y, en el peor, mercenarios al servicio de la burguesía. Constituye un acto de irresponsabilidad criminal dar la espalda a la tarea emancipadora que debe cumplir todo intelectual poniendo sus conocimientos y habilidades al servicio de la emancipación permanente de los seres humanos. Todos tenemos un lugar en esa batalla para cambiar el mundo. La Red debe ser una herramienta en esta lucha.
A estas horas la servidumbre intelectual al servicio del capitalismo hace su tarea. Unos son herederos directos, otros trepadores burócratas, algunos mezcla de todo... ninguno es luchador social entre las bases, ninguno es trabajador de la cultura en combate por la emancipación de la conciencia, de la panza, del estado del ánimo... ninguno es crítico verdadero de la monstruosidad capitalista y neoliberal, ninguno, en fin, está vinculado con las luchas justas de los pueblos. Todo lo contrario. De cada uno en la lista de los intelectuales serviles es posible cuantificar repertorios nutridos de canalladas, traiciones, componendas y negociados para calumniar, perseguir, reprimir y criminalizar toda lucha social, toda fuerza liberadora, todo proyecto de sociedad sin amos y sin esclavos.
Hay que ver el calibre demencial de lo que “teorizan”. Octavio Paz, santón de muchos intelectuales neoliberales, sólo como ejemplo, rezaba, sin pudor alguno: “El mercado libre es el sistema mejor -tal vez el único- para asegurar el desarrollo económico de las sociedades y el bienestar de las mayorías. Así como las libertades políticas, en regímenes democráticos, implican el respeto a los derechos de las minorías y de los individuos, el libre juego de las fuerzas económicas –liberado de la voluntad arbitraria del Estado tanto como de los monopolios privados- de be estar regido por la ley y por la sociedad misma, es decir, por los productores, los intermediarios y los consumidores. El mercado no puede ser un simple y ciego mecanismo sino que es el resultado de un acuerdo colectivo... ” [Palabras de Octavio Paz pronunciadas en: “El siglo XX: La experiencia de la libertad” 1990].
Hoy, semejante disparate probó, además de su condición de ideología rastrera, cuál sería el rumbo, el desempeño y las tareas de todos los discípulos que hoy andan, por todo el mundo, exhibiendo sus mansedumbres y sus canalladas al servicio de golpes de estado nuevos... y de los magnicidios en todos los sentidos. Aquí estaremos para denunciarlos e impedírselos, al lado de los pueblos dignos, como en Venezuela, como en Cuba, como en Bolivia, como en Ecuador... como en cualquier lugar donde florece el socialismo desde abajo. “La crisis histórica de la humanidad se reduce a la crisis de su dirección revolucionaria” León Trotsky. El programa de Transición.
Notas:
1 Manifiesto por un arte revolucionario independiente http://encontrarte.aporrea.org/media/25/Breton%20y%20Rivera.pdf
3 http://www.defensahumanidad.cu/
4 http://www.especieenpeligro.net/
Fuente Blog Universidad de la Filosofía
Tomado de Capítulo cubano de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad
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