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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Siria: la guerra mediática y los “freedom fighters”

2 de Junho de 2012, 21:00, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por José Steinsleger

 La crisis política de Siria nos permite retomar la inquietud planteada a inicios del año pasado, cuando en Túnez y El Cairo cayeron los gobiernos dictatoriales de Zine Abidine Ben Alí y de Hosni Mubarak: ¿ya no importa a quién beneficia o perjudica una insurrección?[1] | JOSÉ STEINSLEGER.*

  En las grandes tragedias humanas, nada más fácil que estar contra “los unos o los otros”, y nada más cómodo que optar por la neutralidad, o el desgarrado “esnobismo british” del colega Robert Fisk, quien a raíz de la masacre en la localidad de Houla, asegura: “Pronto olvidaremos el nuevo horror en Siria” [2]

  ¿A quiénes tenía en mente el corresponsal del diario inglés The Independent? Con su proverbial talento literario, Fisk mezcló caóticamente todas las masacres que hubo durante 30 años en el “mundo árabe”, y dio por sentado que sus lectores están muy al tanto de lo que acontece en Siria, país donde Lawrence de Arabia dejó de ser un romántico agente del Foreign Office.

  Aludiendo a la matanza de Houla, Fisk dice: “El paralelismo con Argelia es estremecedor (…), y estábamos muy preocupados de que insurgentes estilo Al Qaeda se adueñaran de Argelia, así es que al final Estados Unidos apoyó a los militares argelinos del mismo modo que los rusos apoyan hoy a los militares sirios (…) sí es una guerra civil”. ¿Entendió? Yo tampoco.

  En asuntos de guerra, el término “estremecedor” suena perfecto. ¿Qué otra sensación depara cualquier masacre de civiles inermes, con mujeres violadas y niños degollados? En los manuales (occidentales) de estilo al uso, las expresiones son muy floridas: “ataques indiscriminados contra la población inerme”, “contexto de violencia generalizada”, “ensangrentada nación”, “condenar la violencia venga de donde venga”, etcétera.

Insertas en la llamada “guerra mediática”, vertidas al alimón, todas esas expresiones permiten que las mentes de Occidente se conviertan en un pandemónium semántico y verbal: Yugoslavia y Afganistán, Irak, Líbano y Sudán, Palestina y Libia. ¿Qué más da? La guerra.

 Sin embargo, y en el caso de Siria, resulta interesante atender lo previsto en su blog por el analista español Juanlu González:

“El objetivo final es organizar una nueva campaña de bombardeos como la que lograron en Libia con intoxicaciones similares; pero necesitan aún más manipulación mediática, y no creo que vaya a tener lugar a no ser que haya una gran atención por parte de los medios de comunicación sobre una masacre”.

 Echando mano a cables de Wikileaks, Juanlu repara en que el Pentágono reconocía en diciembre pasado:

“Los rebeldes sirios son bien pocos (no hay mucho del “Ejército Sirio de Liberación” que entrenar en estos momentos)…”, admitiendo sin pudor que trabajan con total descaro en el país:

“Las operaciones que se están llevando a cabo se realizan sin prudencia (sic), y al contar con la colaboración delictiva (sic) de toda la prensa occidental, pueden desestabilizar al país con la complicidad de unos medios que se encargan de lavar el cerebro de la opinión pública con absoluta impunidad…”

  Sigue: “Que las fuerzas alauitas (N de la R, del gobierno de Bashar Assad) colapsen por dentro, pero vendiéndolas como acto de represión del régimen que pretende que renuncie a su propia y legítima defensa, vendiéndola como actos de represión contra su propia población”.

  En todo caso, Juanlu concluye que es difícil crear una situación como la de Libia porque “…la población siria y su ejército están muy cohesionados, el apoyo de la población a los sublevados en armas es mínimo y, sobre todo, porque es bien complicado que las brigadas mediáticas engañen a todos todo el tiempo”.

  En un estudio sobre existencialismo y alienación literaria, el crítico estadunidense Sydney Finkelstein se detuvo en una novela corta de William Styron (La larga marcha, 1952). Una de las pocas que, a su juicio, registró el impacto de la guerra de Corea (1950-53).

 Finkelstein subraya que en el curso de aquella guerra se avivó en la población “…una histeria tal como no se había creído necesaria durante la Segunda Guerra Mundial. En la guerra antifascista no había habido una política de contestar a la brutalidad fascista con una brutalidad e inhumanidad semejante”.

  El hecho de que la guerra de Corea fuese contra el comunismo, y de que el comunismo era por su propia naturaleza “la peor de las barbaries”, llevó a que cualquier táctica bárbara quedaba justificada. Básicamente, la novela de Styron describe la nueva despreocupación por la vida humana, y la brutalidad del entrenamiento militar.

  En sintonía, el dramaturgo John Osborne escribió años después en la revista Life:

“Estamos obligando a nuestros hombres en el campo de batalla a actos del más completo salvajismo”.

  Seguiremos, en las siguientes entregas, desmenuzando el papel de la guerra mediática en Siria, y el de los nuevos actores militares a los que las potencias occidentales empezaron a dar cuerda en Libia: los freedom fighters, los mercenarios.
… …
1] Egipto y la toma del cielo por asalto, La Jornada, 16/2/11).
2] En La Jornada, 29/5/12).
——
* Periodista.
En La Jornada de México (www.jornada.unam.mx) el 30 de mayo de 2012.



Perú. El imperio acecha

2 de Junho de 2012, 21:00, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Gustavo Espinoza M. (*)

 Hoy existen miles de documentos que tuvieron antes categoría de “secretos” hasta que fueron revelados por la propia administración USA. Se refieren a procedimientos de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos para minar al régimen instaurado por voluntad democrática en Chile en 1970, y lograr después -como así ocurrió- el derrocamiento y la muerte del Presidente Allende. Si estos papeles no se hubiesen conocido, hoy habría quienes dijeran que exageramos y que no se debe sobredimensionar el papel de la embajada de EE.UU, ni la función de los servicios especiales yanquis.  

  Probablemente dentro de algunos años se conocerán otros documentos que revelarán la forma cómo estos mismos servicios complotaron para descalificar, desacreditar y quebrar la experiencia democrática iniciada en el Perú en julio del 2011, a fin de dar al traste con el régimen que asomaba “progresista” del Presidente Humala. Cuando ellos se revisen, se deberá tomar en cuenta todos los factores que incidieron en lo ocurrido y considerar también el rol de cada uno de los actores de este proceso que aún no concluye, pero que bien puede aparecer vencido a un plazo más corto que extenso.

  Cuando Ollanta Humala ganó las elecciones presidenciales el año pasado, se conocían sus limitaciones. Era un personaje precario, de débil consistencia, sin experiencia política ni organización partidaria, y sin un núcleo confiable que garantizara el cumplimiento de sus propuestas. Votamos por él, no obstante, para impedir que se restaurara el dominio de la Mafia corrupta y asesina que sometiera al país a fines del siglo pasado; y porque abrigamos la esperanza que el movimiento popular pudiera abrir la puerta a cambios que ayudarán al Perú a avanzar por una ruta de corte liberador y sentido democrático y patriótico; elementos que caían como piedra sobre el hígado del Imperio, que supo embolsar su derrota para revertirla con estrategias siniestras y recursos. Hoy el Perú se debate en una aguda crisis de gobernabilidad en la que asoma severamente cuestionada la capacidad de gestión del Presidente Humala y revueltos todos los elementos de la política, en el marco de una peligrosa confusión que induce incluso a gente de izquierda a perder la brújula, sin reparar en la esencia misma de la crisis que nos agobia.

  Una publicación de Izquierda, hace unos días entregó un anuncio que decía: “Sendero Luminoso atacó la base militar de Kepashiato” ¿Qué prueba tenía para hacer esa afirmación? Ninguna. Simplemente repetía la versión proporcionada en el mismo sentido por la prensa mafiosa que se empeña en atribuir a Sendero todo lo que puede ser utilizado para sus fines sediciosos. El argumento central de esa versión estriba en asegurar que los atacantes dispararon, a partir de tiradores emboscados, operando a distancia, contra la guarnición militar, que repelió el fuego. Ninguno de los atacantes fue muerto, herido o detenido, de modo que no se supo -tal vez nunca se sabrá- quienes fueron los autores del hecho. Con la misma lógica -sin embargo- podría sostenerse que fue Sendero quien mató a los comuneros de Tintaya.  Y es que allí también fueron tiradores emboscados los que operaron a distancia, quitando la vida a simples manifestantes.

  Pareciera, por cierto, que se ha desatado en el Perú una ofensiva sediciosa que se atribuye a la izquierda y al movimiento popular, pero que es ejecutada -y responde- a la derecha más reaccionaria y a sus intereses más definidos. Ella se orienta a quebrar definitivamente el proceso peruano destruyendo la imagen del gobierno de Humala y creando las condiciones para, finalmente, destruirlo.

 El Presidente Humala parece no darse cuenta del rumbo de los hechos ni repara en que -para tumbarlo- lo que la clase dominante necesita es sólo capitalizar sus yerros y desprestigiarlo al máximo. Cuando pierda el respaldo ciudadano y cuando quienes votaron por él se sientan defraudados, es decir, cuando puedan usarlo sus enemigos de ayer y farisaicos aliados de hoy  como trapo descartable para múltiples efectos, entonces lo pondrán de lado: nadie lo necesitará, y nadie moverá un dedo en su defensa. Se equivoca si cree que “pasándose al otro lado”, se habrá de salvar. Lo echaran igual, pero estará solo en su desdichado fin.

 Como parte de ofensiva que hoy se alienta en el Perú hay quienes recurren a  procedimientos primitivos: Elaboran un supuesto “llamamiento a la población” exhortándola a la lucha contra el proyecto minero Conga haciendo  “acciones” para promover el caos. En otras palabras, una cartilla para ejercer la violencia. Y Willax TV presenta esa “primicia”  atribuyéndola a los organizadores del Paro iniciado el 31 de mayo pasado. Luego la empresa Yanacocha la imprime y la reparte entre los pobladores. ¿Quién elaboró ese truculento documento? Los Frentes de Defensa denunciaron la existencia de esta “Cartilla” que sirvió para denigrar la lucha, y justificar alevosas acciones represivas.

 Un paso definido en la estrategia sediciosa fue repetir la experiencia del pasado: crear la imagen de un peligro gigantesco, descomunal, que amenazara terriblemente la estabilidad democrática del país, o que nos pusiera al borde de una virtual “guerra civil”. “Sendero Luminoso” volvió aquí como anillo al dedo. Para perfilar mejor su imagen la propia prensa yanqui se encargó de publicitar el tema. El influyente periódico estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) analizó recientemente el caso peruano asegurando que “el grupo terrorista” actuaba “financiado por el narcocráfico”. Sibilinamente tituló su nota así: “El resurgimiento de Sendero Luminoso amenaza el auge de Perú”. En otras palabras, el Perú está en camino al “peligro de los 90”.

  Esa lógica se acaba de aplicar también en Tintaya donde los pobladores esbozan denuncias referidas a la contaminación de las agua por parte de las mineras que operan en la zona. Sin dialogar con la población, el Gabinete Valdez resolvió copar policialmente la localidad y hacer uso de la violencia más desenfrenada, generando una dolorosa secuela de muerte y destrucción. Hacer eso, y echar la culpa del conflicto a Sendero, fueron las dos caras de una misma moneda. Así el Jefe del Gabinete, el ministro Valdez -al claro servicio del Imperio- arguyó la necesidad de “imponer el orden y la ley”, es decir, “enfrentar la amenaza subversiva” con una provocación tras otra.

  El asalto policial a la Municipalidad de Tintaya para capturar al alcalde Collohuanca pudo haber derivado en una violencia aun mayor. El traslado del detenido engrilletado como un delincuente a Pisco, carece de sentido, responde a una lógica militar: intimidar y desmoralizar a la población. Pero estas provocaciones en el sur, se repiten en Ayacucho, Piura, Lambayeque y Cajamarca. En el extremo, se han “sembrado” bombas y petardos en casas y locales y se han atacado viviendas sin razón alguna y se ha desatado una campaña vil contra Verónika Mendoza, congresista cusqueña... Se busca dar la impresión de un “alzamiento generalizado” que escapa al control del Estado. Si el gobierno de Humala es “incapaz” de controlar la situación, la “mano dura” de Valdez es el remedio. Por eso la Mafia y sus perros de presa llaman a cerrar filas en torno al militar-empresario porque él, sí representa “la tranquilidad pública”. En el pasado, inventaron la “guerrilla de Chaupimayo” en los 60, y “el equilibrio estratégico” de los 90. Hoy renacen con lo mismo asegurando que los “anti mineros”, son anti patriotas y enemigos del Perú. Lo “patriótico” y “digno” es darle todo el oro a la Newmont-Yanacoha.

 Por si fuera insuficiente el carburante nacional para esta crisis, arribó a nuestra tierra Alvaro Uribe. Lo trajeron, a “darnos consejos”. A decirnos que “hay que apoyar a Ollanta para ganar la paz”. Pero también a persuadir a los televidentes y a los estudiantes a los que habló, que los enemigos de la paz, son “los venezolanos y los cubanos” y hasta el Foro de Sao Paulo. Y que Chávez, constituye “la peor amenaza para todos”  Sus entrevistas, en los programas televisivos de la Mafia echaron fuego contra el proceso bolivariano pero descubrieron, adicionalmente, que los ambientalistas -es decir, los que luchan contra la contaminación ambiental, incluida la Vicaría de la Solidaridad de Sicuani- son “aliados de Sendero” porque tienen un discurso “antiminero” que responde -Cecilia Valenzuela dixi- a la consigna de “los servicios secretos venezolanos y cubanos que buscan imponer el marxismo, y todas las teorías comunistas” en el Perú. ¡Palo con ellos, entonces! 

  Y a todo esto, ¿Dónde están los apristas y los fujimoristas, que parecen haber desaparecido del mapa? Sus líderes hablan hasta por los codos y todos los días, en todos los medios, pero sus votantes ¿dónde están? Keiko Fujimori obtuvo –bien lo recuerda Wiener- el 61.24% de los votos en Cajamarca en tanto que Humala logró sólo el 38.75%. Los fujimoristas “de base” ¿no podrían mostrar carteles agresivos contra Humala en esta plaza en la que hay heroísmo popular, pero también intrigas sospechosas tras las bambalinas? Y eso ¿no debiera hacer reflexionar a nadie?

  Estamos ante una peligrosa estrategia del Imperio que avanza paso a paso y  que busca restaurar en el Perú el dominio pleno de la Clase Dominante, con sus corruptelas, sus mafias y sus comandos asesinos. La embajada yanqui trabaja en esa dirección con encomiable empeño. 

 Pero cuenta con ventajas inmerecidas. Una de ellas es, por cierto, la precariedad del Jefe del Estado y sus graves errores. En crisis como ésta, es cuando debe brillar la lucidez del pueblo y la sabiduría de sus fuerzas de vanguardia.

 

(*) Del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera / http://nuestrabandera.lamula.pe

 

 



Para encontrar el buen camino

2 de Junho de 2012, 21:00, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Alvaro Montero Mejía

 

La situación por la que atraviesa Costa Rica, debe ser objeto de una reflexión sustantiva por parte de los ciudadanos. Sin esa reflexión y sin las conclusiones acertadas, difícilmente saldremos adelante.

Los sentimientos colectivos se componen de una compleja mezcla, que van desde la frustración y el desencanto por la política en general, hasta la cólera y el deseo de que las cosas se resuelvan por vías no convencionales ¡Peligrosos sentimientos! Sobre todo, si tomamos en cuenta que las vías democráticas no están cerradas, aún con la poca o nula confianza que le merecen a los ciudadanos las autoridades encargadas de velar por la limpieza del sufragio y la no injerencia de fuerzas extrañas en los procesos electorales.

En efecto, pocas veces en la historia se han puesto de manifiesto el empleo de los poderes públicos junto a las influencias políticas y económicas, en el mal uso o la malversación pura y simple de los recursos estatales, literalmente asaltados por contratistas inescrupulosos o por la coima como mecanismo idóneo para obtener ventajas económicas.

La relación entre poder político o institucional  y poder económico; la relación entre poder político y clientelismo electoral y la relación entre ese tipo de poder político y la entrega de Costa Rica a las fuerzas financieras y corporativas trasnacionales, es ahora más evidente que antes. Es necesario reconocer que algunos importantes medios de prensa, han contribuido a alertar, parcialmente, a la ciudadanía. Por eso hablamos de “relaciones evidentes”, porque desde la vieja y oscura historia del bipartidismo, esas prácticas estuvieron a la orden del día aunque por lo general ocultas a los ojos de las personas.

Por otro lado, el actual gobierno ha llevado a límites insospechados la dispersión del poder estatal y la toma de decisiones, lo que estaría muy bien si en última instancia alguien dijera la última palabra y asumiera a plenitud la responsabilidad sobre esas decisiones. Pero no es así. Cada ministerio o institución es parte de un archipiélago donde el jerarca hace y deshace sin rendirle cuentas a nadie. Esto ha creado un estado general de impunidad, donde las culpas y responsabilidades sobre los hechos delictivos cometidos al amparo del poder se diluyen y por ende no se personalizan en los funcionarios encargados de la vigilancia o el adecuado funcionamiento de las instituciones.

Es así como un jerarca irresponsable nombra a cerca de 8000 nuevos funcionarios en la CCSS, en una de las mayores maniobras clientelistas de las últimas décadas, por la que nadie le pidió cuentas pero a renglón seguido, fue nombrado en el bienamado ICE, donde las irregularidades cunden. Del mismo modo, un Ministro de Hacienda comprometió a la ARESEP con un pago multimillonario de alquileres y nadie le pidió cuentas. A su vez, una Contralora contraviene, con la mayor frescura, la indicación del superior jerárquico, la Asamblea Legislativa, que le hacía saber que sería ese órgano, el primer poder de la República, quien asumiría la tarea señalada expresamente por la Constitución, de estudiar y resolver sobre el contrato sobre la terminal portuaria de Moin. Pensamos que la Señora Contralora es una persona honrada, pero semejante decisión ¿no servirá para encubrir algunas de las comisiones, primas, mordidas y contratos más jugosos de la historia reciente y de paso, el empleo sórdido de una terminal portuaria, privatizada e incontrolada, en la ruta de la droga?

Podemos agregar lo que todos conocemos del robo de las armas en el Ministerio de Obras Públicas para terminar echándole la culpa al guardián de los portones y en estos mismos días, se pusieron en las manos de unos vivillos, sin planos ni planes, el manejo de decenas de millones de colones para ésa obra que Alfonso Chase llamara con humor “la trocha mocha”, en la que probablemente no aparecerán jamás los que le dieron el garrotazo a la piñata.

¿Provoca o no todo esto un estado real de abatimiento, desconcierto e indignación por parte de la ciudadanía? ¡Qué bueno! Dirán los aprovechados y los que tienen la desfachatez de pedir a gritos el regreso del “bipartidismo”, concebido ahora como la tabla de salvación de la gobernabilidad ¡Qué bueno! continuarán diciendo ¡Porque entre más decepcionada y frustrada esté la gente pensante, menos tentados estarán de ingresar a la política y así nos dejarán el terreno despejado!

Por cierto, esos que como Don Rolando Laclé y Don Luis Fishman profitaron por años del bipartidismo y ahora redescubren sus “virtudes”, nos recuerdan el cuento de los partícipes de una despampanante orgía quienes no atinando a ponerse de acuerdo en medio de la trifulca gritaban ¡Organicémonos compañeros! ¡Por favor organicemonos!

Pero no todo está perdido. En todas partes surgen grupos de ciudadanos que se reúnen a reflexionar e impulsar propuestas honorables y constructivas, llenas de fe y confianza en las posibilidades de que la honradez y el patriotismo prevalezcan y logren la recuperación del dominio irrestricto de los valores materiales y humanos que posee Costa Rica, recuperación de todas las cosas buenas construidas por el pueblo, impulsadas y expuestas por iluminados conductores y convertidas en instituciones señeras hoy a punto de zozobrar.

¡Pura nostalgia! Dirán algunos ¡Puro idealismo! Dirán otros ¿Pero qué serían capaces de hacer los pueblos sin una buena dosis de memoria, sin la plena conciencia de lo que han sido capaces de hacer y de construir? ¿No es acaso uno de los principales propósitos de los enemigos de Costa Rica convencernos de que nos servimos para nada, que todo se resuelve con la Inversión Extranjera Directa y que incluso hemos perdido la capacidad para alimentarnos a nosotros mismos? Prefieren a Wallmart y comprarle al monopolio el cerdo, las papas y las verduras que tenemos capacidad para producir en abundancia ¿No ha sido acaso una de sus principales consignas pregonar la radical privatización de los servicios públicos porque ya no somos capaces de administrar un puerto, un aeropuerto, una simple carretera interprovincial o de construir con la maquinaria del MOPT o de las municipalidades, vías de penetración, puentes o escuelas?

¿Idealismo? Claro que sí. ¿Qué hacen los pueblos cuando pierden la fe en sí mismos, cuando se invalidan mentalmente, cuando no se sienten capaces de realizar grandes obras, de derrotar a los filibusteros, de construir el mejor sistema hospitalario de Mesoamérica, de dar pasos decisivos hacia la soberanía energética y de comunicaciones, de construir universidades públicas del más alto nivel o de haber sido, en su momento, el segundo país alfabetizado del continente después de la Argentina?

Por eso hablamos de recuperar lo que nos arrebatan. Pero sobre todo, por eso hablamos de unidad. Puede ser una unidad donde intervengan partidos, pero no son indispensables. Lo importante es comprender que sin unidad, ningún pueblo tiene capacidad para empeñarse en realizar grandes tareas. Que conste expresamente que no estamos hablando de unidad ideológica sino de los principios básicos que hicieron posibles todas las grandes obras de la historia nacional junto a las grandes movilizaciones ciudadanas que pusieron a temblar los poderosos de adentro y de afuera.

Que cada uno conserve sus valores originarios: que los socialdemócratas profundicen sus convicciones socialdemocráticas; que lo social cristianos defiendan el conocimiento y el compromiso social derivados del pensamiento de la Iglesia Católica y de Monseñor Sanabria; que los liberales se mantengan adheridos a los principios de libertad y tolerancia  que enarbolaron Juan Rafael Mora, Mauro Fernández o Ricardo Jiménez  y que los socialistas, comunistas o trotskistas, continúen la tarea de difundir, anclados en la realidad nacional,  las ideas y la organización en defensa de los trabajadores y el valor social del trabajo humano. Y que todos juntos, volvamos los ojos hacia la amistad y la colaboración con Patria Grande, la misma que Martí llamó Nuestra América.

Curridabat, 2 de junio de 2012



América Latina: desangrar periodistas, 25 asesinados hasta el 31 de mayo

2 de Junho de 2012, 21:00, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Ernesto Carmona


Otros ocho periodistas fueron asesinados en mayo en América Latina —seis en México y dos en Honduras— que elevan a 25 el total de asesinatos en lo que va de 2012, con una tasa mayor de un crimen cada semana y una proyección siniestra para todo el año 2012.

 

 Una buena noticia fue la aparición en Colombia del periodista francés Romeo Langlois, herido el 28 de abril en un encuentro Farc-Ejército. Curado por la guerrilla, la liberación del reportero el 30 de mayo originó una novedosa crítica respecto a la cobertura periodística del conflicto armado exclusivamente desde el lado del ejército, cultivada por la prensa de ese país.

 

El ex presidente Álvaro Uribe acusó a Langlois, que ya se encuentra en Francia, de propagandista de los guerrilleros.[1]
 

 México

 

El asesinato de periodistas y la violencia en general recrudecen en México mientras se acercan las elecciones presidenciales del domingo 1º de julio. Con las muertes de mayo, los asesinatos en México se elevan a 110 bajo el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y el sexenio anterior de Vicente Fox Quesada, ambos del Partido Acción Nacional (PAN), indicó la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (Fapermex).

 

 “93 periodistas, 9 trabajadores de prensa, 6 familiares y 2 amigos de comunicadores; además de 18 desapariciones forzadas, 4 colegas fueron encontrados muertos, por lo que 14 continúan en la incertidumbre de su paradero”, informaron Fapermex y otras organizaciones mexicanas.
 

 Asesinatos de mayo en México

  • Esteban Rodríguez, asesinado el tres de mayo, fotógrafo de crónica roja del diario AZ de Veracruz hasta su renuncia en agosto del 2011 y, según la Procuraduría, al momento de su muerte “trabajaba en un taller mecánico como soldador”.
  • En esta fecha, consagrada por la UNESCO como día de la libertad de expresión”, las narco-bandas asesinaron a cuatro trabajadores de prensa en Veracruz.
  • Gabriel Huge, fotógrafo que laboró durante años en el periódico Notive y se autoexilió el año pasado tras el asesinato de una de sus compañeras del mismo diario, también fue asesinado el tres de mayo en Veracruz.
  • Guillermo Luna Varela, otro fotógrafo que laboró unos meses en el diario Notiver, al ser asesinado el tres de mayo trabajaba en la agencia de fotografía Veracruznews.
  •   asema Becerra, foto reportera, ex ejecutiva de ventas del periódico El Dictamen y pareja de Guillermo Luna, también fue asesinada con los tres anteriores.
  • René Orta Salgado, periodista de crónica roja, cuyo cuerpo fue encontrado el cuatro de mayo torturado y estrangulado en una camioneta en Cuernavaca.
  • Marco Antonio Ávila García, de 39 años, encontrado muerto el 18 de mayo en Ciudad Obregón (estado de Sonora). Secuestrado el día anterior, cubría la fuente policíaca para los periódicos El Regional de Sonora y Diario Sonora de la Tarde; recientemente había publicado notas sobre operativos contra el narcotráfico realizados en esa ciudad (ver aquí ).

Honduras

 

El asesinato de Ángel Alfredo Villatoro, de 47 años, conductor y coordinador de noticias de la radio-emisora RHN —una de las más importantes del país—, más que ningún otro crimen causó honda conmoción en la sociedad hondureña, numerosas manifestaciones de protesta de diversas agrupaciones de periodistas y declaraciones de empresarios periodísticos locales y organizaciones internacionales.
Secuestrado a las 5 de la madrugada del 9 de mayo, cuando se dirigía a su trabajo, el cadáver de Villatoro apareció el día 15 en el sector sur de Tegucigalpa.
 

El lunes 7 de mayo fue hallado el cuerpo sin vida del periodista Erick Alexander Martínez Ávila, de 32 años, candidato a diputado por el partido del ex Presidente Manuel Zelaya, co-fundador y directivo del movimiento político Los Necios y de dos organizaciones defensoras de las minorías sexuales, Movimiento de la Diversidad en Resistencia y Asociación Kukulcán. Martínez Ávila fue secuestrado el 5 de mayo.

Con estos dos crímenes, en Honduras han asesinado a cinco periodistas entre enero y mayo 2012:

 

● Saira Fabiola Almendares Borjas, 1-3-12
● Fausto Elio Valle Hernández Arteaga, 11-3-12
● Noel Alexander Valladares Escoto, 23-4-12
● Erick Alexander Martínez Ávila, 7-5-12
● Ángel Alfredo Villatoro, 15-5-12
… …
1] Ver ¿Por qué Uribe identifica a periodista francés con las FARC?.

——
* Periodista.
Presidente de la Comisión Investigadora de Aentados a Periodistas (Ciap), de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap).


Tomado de Sur y Sur




La práctica rompe la gramática

2 de Junho de 2012, 21:00, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Guillermo Guzmán*

La práctica rompe la gramática; las palabras y las cosas son extensiones de nosotros mismos pero si no topamos con la realidad toda definición de ella es un limbo.

La agudeza sensorial tuya y la de todos es determinante para percibir la realidad; quienes hemos vivido a la machimberra, no obstante, contamos con una significativa ventaja respecto a quienes lo han hecho en una zona de comodidad, es que estamos fuera de ese asfixiante molde que te hace creer que más allá de tus narices no existe el mundo.

Acá nosotros los obreros, a campo traviesa, de sol a sol moviendo los remos para procurar la comida de toda la familia, a más de la de toda la sociedad, y allá la oligarquía explotadora y chupasangre, bribona y ociosa; nosotros luchando por ser libres y dueños de nuestro trabajo, a la vez que compartir con todos, sin excepción, y ellos tratando de apoderarse de nuestro esfuerzo y con la idea del plusvalor en la cabeza, para lo cual emplean la violencia en todas sus formas y maneras.

Y, entre nosotros y la oligarquía plutocrática intermedia un variopinto estamento que se hace llamar clase media, la cual más o menos, a su vez,  se clasifica en clase media mínima, clase media medio media, clase media, clase media medio alta y clase media alta.

Pero, vayamos a los extremos, a nosotros los de más abajo y a ellos los de más arriba en la absurda escala social.

Nosotros que trabajamos como burros y ellos que nunca trabajan pero que dadas las estructuras de poder capitalista aprovechan el plusvalor de nuestro trabajo y para ello se valen de las capas intermedias de la sociedad, muchas de las cuales hacen el papel de bobas, no por decisión propia sino porque son presas de la alienación orquestada y dirigida desde arriba.

Karl Marx (Carlos Marx) definió el escualidismo como una “falsa conciencia de clase”, es decir el trabajador embobado que se la echa de sapo rabudo al creer que su meta es el “ascenso social” y no se percata de modo alguno de  que él es consciente o inconscientemente usado como un trapo sucio por la élite chupasangre, es presa de “falsa consciencia de clase”.

Dicho de otra manera, un significativo sector de esa descrita clase media es ignorante de su propia realidad, tiene un basurero de ideas en la cabeza, se va de bruces como Sísifo en vez de luchar por liberarse del sutil yugo que le rodea el pescuezo: La enorme masa de sedimentos de información sesgada y que no es otra cosa que cadenas de miedo.

Si la información no hace avanzar a un individuo hacia el conocimiento de su realidad, aquélla no sirve.

Globovisión, Venevisión, Televen y etcétera “lochas” embusteras al servicio de las oligarquías -“Últimas Noticias” “El Nacional” “El Universal” y déle que no viene carro- son nodrizas de miedos y de terrorismo mediático contra el pueblo y calan especialmente entre la clase media.

Los titulares de esos menos que lochas en verdad centavitos de prensa pero que se las echan de medios, son una desolación, a diario; es que esa prensa maloliente desestima el papel del pueblo de abajo en las manifestaciones del mensaje y pretende relegarnos a adherirnos a sus contenidos, que son los de las oligarquías pero, les daremos una buena patada en el culo, para que nos respeten.

Puesto que nosotros estamos en contacto con la realidad cruda, ese hecho nos permite tener a mano información de alta definición; la práctica rompe la gramática, estimamos el fundamento teórico que define los fenómenos pero toda definición de la realidad que provenga de la manipulación, del sesgo que los periódicos contrarrevolucionarios y las televisoras aludidas hacen a diario de la realidad venezolana actual, es basura que pretende debilitar la coherencia de nuestras percepciones y reducirnos a un limbo.

En mucho, buena parte de la clase media venezolana está esclavizada sin saber que lo está pero puede liberarse cuando enfoque sus ojos hacia el socialismo.

Las palabras y las cosas son extensiones de nosotros mismos y debemos utilizarlas para coexistir en una misma lucha por la liberación de la patria; hacerlo en contrario es una aberración.

Y, no puede faltar una broma a tiempo, de mi parte; es que obviamente, para saldar posibles suspicacias debo aclarar que Marx no pudo conocer la realidad actual, así que sería demasiado extemporáneo esperar que él se pronunciase de manera expresa acerca de los escuálidos pero sí, de manera tácita.

*Se define como pescador artesanal,  sobremanera incrédulo, inconforme, ateo sempiterno, iconoclasta de la política y no obstante, soldado indisciplinado bajo el mando del Comandante Chávez.

 

Imagen agregada Cortesía J. Kalvellido

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